¿Parálisis cerebral o síndrome de Angelman? Cómo distinguirlos

¿Parálisis cerebral o síndrome de Angelman? Cómo distinguirlos

En este artículo exploramos las diferencias fundamentales entre la parálisis cerebral y el síndrome de Angelman, dos condiciones neurológicas con manifestaciones motoras y de desarrollo que a menudo se confunden, aclararemos sus etiologías y principales  características, no sin antes enfatizar en la importancia de consultar a especialistas para un correcto diagnóstico.

¿Qué es la parálisis cerebral?

La parálisis cerebral (PC) es un conjunto de trastornos del movimiento y la postura que aparecen en la infancia temprana y son causados por una lesión o desarrollo anómalo del cerebro en formación, sin progresión con el tiempo. Quienes viven con parálisis cerebral presentan alteraciones en el control muscular, el tono y la coordinación motora, pudiendo coexistir problemas sensoriales, cognitivos y de comunicación. Las causas incluyen hipoxia perinatal, hemorragias intracraneales, infecciones o malformaciones congénitas del sistema nervioso central.

Tipos de parálisis cerebral

    • Espástica: Rigidez y aumento del tono muscular, suele afectar más a brazos o piernas.

    • Atetoide/discinético: Movimientos involuntarios y fluctuaciones en el tono muscular.

    • Atáxica: Dificultades en el equilibrio y la coordinación, con marcha inestable.

    • Mixta: Combinación de los anteriores patrones.

¿Qué es el síndrome de Angelman?

El síndrome de Angelman (SA) es un trastorno genético raro provocado por la ausencia o inactividad del gen UBE3A en el cromosoma 15 de origen materno. Se caracteriza por retraso global en el desarrollo motor y cognitivo, ausencia o severa limitación del habla, ataxia, microcefalia y crisis epilépticas recurrentes.

Etiología y genética

La causa más común es la deleción de la región 15q11-q13 materna, que lleva a la pérdida de función de UBE3A, una ligasa de ubiquitina esencial para el desarrollo neuronal; también puede deberse a mutaciones puntuales en UBE3A, un desajuste de impronta genómica o disomía uniparental paterna.

Manifestaciones clínicas

    • Retraso en el desarrollo: Las primeras señales aparecen entre los 6 y 12 meses, con falta de progreso en el control de la cabeza y la sentada.

    • Ausencia de habla: La mayoría no desarrolla lenguaje oral efectivo, comunicándose con gestos o dispositivos de apoyo.

    • Ataxia y marcha oscilante: Similar a la ataxia de la parálisis cerebral atáxica, pero con un patrón característico de “marcha inestable” y temblor.

    • Rasgos conductuales: Risa incontenible, excitabilidad, contacto visual intenso y movimientos estereotipados de las manos.

    • Epilepsia: Presente en más del 80 % de los casos, con múltiples tipos de crisis

¿Por qué se confunden la PC y el SA?

Aunque sus causas son muy distintas, existen similitudes en la presentación de síntomas motores y de desarrollo que dificultan el diagnóstico diferencial en etapas tempranas:

    1. Retrasos en la motricidad y el equilibrio: Ambas condiciones pueden manifestarse con ataxia o marcha inestable.

    2. Ausencia o retraso del habla: La casuística de SA y algunos subtipos de PC incluyen dificultades de comunicación, lo cual puede llevar a interpretarlas como trastornos motores primarios.

    3. Crisis convulsivas: Comunes en SA y presentes en hasta el 30 % de personas con PC.

    4. Frecuencia relativa: La PC es mucho más prevalente (2–3 por cada 1 000 nacidos vivos) que el SA (1 por cada 12 000–20 000), lo que hace que la parálisis cerebral sea el diagnóstico inicial más probable ante retrasos motores.

Claves para un diagnóstico diferencial acertado

Valoración interdisciplinaria

Contar con un equipo que incluya neurología pediátrica, genética clínica, fisioterapia y terapia del lenguaje permite identificar patrones específicos de cada condición. La intervención temprana de médicas, médicos y demás profesionales de la salud es crucial para garantizar un diagnóstico preciso y oportuno, ya que su experiencia permite distinguir con mayor claridad entre condiciones que comparten manifestaciones motoras, como la parálisis cerebral y el síndrome de Angelman

Estudios genéticos y otros

La confirmación de SA requiere pruebas moleculares para detectar de leciones en 15q11-q13, análisis de impronta y secuenciación de UBE3A. La ausencia de hallazgos genéticos orienta hacia otros diagnósticos, como la PC. En parálisis cerebral, la resonancia magnética suele mostrar lesiones o malformaciones en el cerebro; en SA, la neuroimagen generalmente es normal o no específica.  y finalmente las personas con SA presentan patrones de EEG característicos, con ondas lentas de gran amplitud en la región occipital, poco frecuentes en la PC.

Aunque la parálisis cerebral y el síndrome de Angelman comparten ciertos síntomas motores y de desarrollo, sus orígenes —lesión cerebral no progresiva versus alteración genética de impronta—, sus hallazgos en estudios complementarios y sus manifestaciones conductuales específicas permiten diferenciarlos, sin embargo es fundamental la consulta de especialistas para su correcto diagnóstico. 

Un enfoque interdisciplinario y el acceso temprano a pruebas genéticas y neuroimagen son fundamentales para evitar diagnósticos erróneos y asegurar que cada persona reciba la intervención y el apoyo adecuados a su realidad. ¿Sabías estas diferencias? ¡Dejanos tu comentario! Te invitamos a leer nuestro artículo:  Desmitificando la Parálisis Cerebral: los mitos y prejuicios más comunes

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