¿TEA o CEA? Entre el diagnóstico clínico y la identidad: repensando el autismo desde una mirada crítica
Este artículo tiene como objetivo ofrecer una mirada crítica e informativa sobre el comunicado emitido por la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) respecto a la comprensión actual del autismo. A través de este análisis, se busca visibilizar tanto los avances como las tensiones que aún existen entre la mirada médica tradicional y las demandas de la comunidad autista.
El 1 de abril de 2025, la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) emitió un comunicado que ha generado debates entre especialistas, personas autistas y activistas de la neurodiversidad. En él, se reconoce una evolución en la comprensión del autismo, pasando de una visión puramente médica a una que contempla el espectro como una forma atípica de desarrollo neurológico, y no necesariamente como una patología. Sin embargo, la propuesta de mantener el término “trastorno” (TEA) solo para casos que requieran atención médica, y sugerir el uso de “condición” (CEA) o “identidad autista” en los demás casos, deja abierta una discusión profunda: ¿quién decide cómo se nombra el autismo?
Este gesto de la RANME, aunque parece conciliador, sigue centrando la legitimidad en el discurso médico, manteniendo la etiqueta de “trastorno” para una parte del espectro. La crítica que surge desde movimientos autogestionados por personas autistas apunta a que cualquier clasificación médica que jerarquice o divida sigue contribuyendo a la patologización del autismo, incluso bajo una terminología más amable.
Por otro lado, la RANME destaca que el autismo no siempre implica discapacidad intelectual ni dificultades evidentes, y señala fortalezas cognitivas como la atención al detalle o la sistematización. Este enfoque, aunque positivo, también puede caer en una trampa capacitista: valorar a las personas autistas en función de sus “talentos especiales”, lo que invisibiliza la necesidad de inclusión incondicional, independientemente de las habilidades productivas.
La discusión entre TEA y CEA, más que semántica, es ética. Reconocer la identidad autista como válida sin necesidad de diagnóstico o intervención médica implica un cambio profundo en cómo entendemos la diversidad humana. Tal vez ha llegado el momento de que las instituciones médicas no solo informen, sino también escuchen y acompañen, sin imponer etiquetas que, por muy científicas que parezcan, siguen definiendo a las personas desde afuera.
Si deseas leer el comunicado completo de la RANME, aquí te compartimos: Comunicado sobre la situación actual del autismo y su concienciación
Este es un tema que hoy está sobre la mesa, no solo en espacios académicos o médicos, sino también en comunidades, escuelas, familias y la sociedad en general ¿Crees que es necesario seguir utilizando categorías médicas como TEA para acceder a apoyos, o ha llegado el momento de reconocer la identidad autista sin intermediaciones clínicas? Te leemos en los comentarios: tu perspectiva también es parte de esta conversación. Además te invitamos a leer nuestro artículo: Manejo de estudiantes con autismo en escuelas: guía práctica.



