La inclusión laboral de personas con discapacidad ha dado un nuevo paso en Chile con la reciente publicación de la Ley 21.690, que establece importantes cambios en la normativa. Este artículo te guiará a través de los aspectos más relevantes de esta nueva ley y lo que implica para las empresas.

¿Qué es la Ley 21.690?

La Ley 21.690 tiene como objetivo mejorar y expandir las oportunidades laborales para personas con discapacidad, así como aquellas que reciben pensión de invalidez. Esta normativa modifica varias leyes importantes, incluyendo el Código del Trabajo, la Ley de Inclusión Laboral (Ley 21.015), la Ley de Igualdad de Oportunidades (Ley 20.422) y la Ley de Donaciones con Fines Sociales (Ley 19.885).

Uno de los cambios más significativos es el aumento de la cuota de contratación de personas con discapacidad del 1% al 2% en las empresas. Sin embargo, no se aplicará de inmediato.

¿Cuándo será efectivo el aumento del 1% al 2%?

El aumento de la cuota al 2% solo se hará efectivo una vez que el 80% del sector público y privado haya cumplido con el 1%. Los ministerios de Trabajo, Hacienda y Desarrollo Social emitirán informes anuales para verificar el porcentaje de cumplimiento. Según el último informe oficial, actualmente solo se ha alcanzado un 20-23% de cumplimiento, por lo que aún hay tiempo para prepararse.

Es importante destacar que las empresas no deben esperar a último momento, sino que pueden aprovechar este tiempo para revisar y mejorar sus procesos de inclusión.

Nuevas multas para el incumplimiento de la ley de inclusión laboral en Chile

A partir de enero de 2025, las multas para las empresas que no cumplan con la cuota de inclusión serán mucho más estrictas. Las empresas medianas deberán pagar 20 UTM y las grandes empresas 30 UTM por cada mes en que no cumplan con la cuota de contratación. Además, la multa se multiplicará por cada persona con discapacidad que debería haber sido contratada si la Dirección del Trabajo rechaza las razones fundadas para el incumplimiento.

Este nuevo régimen de multas refuerza la necesidad de que las empresas tomen medidas concretas para asegurar que sus procesos de contratación sean inclusivos.

Medidas subsidiarias en la Ley 21.690 de inclusión laboral en Chile

La nueva ley también ajusta las medidas subsidiarias o alternativas, que son opciones que las empresas pueden utilizar para cumplir con la ley si no pueden hacerlo mediante la contratación directa.

• Tercerización:

Las empresas pueden incluir en su cuota a las personas con discapacidad que presten servicios a través de terceros, siempre que el número de personas contratadas directamente más las personas tercerizadas cumplan con la cuota. Además, solo las empresas que tengan más de 100 empleados pueden subsidiar a otras con los trabajadores que excedan su propia cuota.

• Donación:

La ley limita las donaciones para evitar que esta medida se utilice de forma exclusiva en lugar de promover la contratación directa. Al llegar al 2%, solo el 1% podrá ser cumplido mediante donación, mientras que el otro 1% deberá ser cubierto con contratación directa o tercerización. Las donaciones también tendrán restricciones, como la obligación de donar a al menos dos organizaciones, una de las cuales debe estar fuera de la región metropolitana.

Nuevo Protocolo de Ambientes Laborales

Otro aspecto clave de la Ley 21.690 es la obligación de las empresas de implementar un protocolo de ambientes laborales inclusivos. Este protocolo debe garantizar un ambiente adecuado para las personas con discapacidad y estar alineado con los principios de la Ley 20.422, que regula la igualdad de oportunidades y la inclusión social de personas con discapacidad.

El protocolo debe entregarse anualmente a los empleados, aunque aún no se ha definido un formato específico. Este nuevo requerimiento se suma a las políticas de inclusión y los planes de capacitación que las empresas deben implementar.

¿Cómo prepararse para cumplir con la ley de inclusión laboral en Chile?

La recomendación principal para las empresas es realizar un diagnóstico interno de sus procesos de atracción y selección. Revisar las buenas prácticas y los indicadores relacionados con la inclusión es esencial para identificar áreas de mejora.

Algunos pasos clave incluyen:

• Revisar los documentos y procesos actuales para asegurarse de que están alineados con la normativa.
• Generar alianzas con portales inclusivos y organizaciones que trabajan con personas con discapacidad para atraer talento diverso.

No se trata solo de cumplir con una cuota, sino de generar una verdadera inclusión dentro de la cultura organizacional.

La Inclusión es una Inversión

Finalmente, es fundamental entender que la inclusión laboral de personas con discapacidad no es un gasto, sino una inversión. Está comprobado que los ajustes razonables para la inclusión no suelen superar los 300 dólares, y los beneficios de contar con personal diverso e inclusivo superan con creces esa inversión inicial.

La Ley 21.690 es una oportunidad para que las empresas no solo cumplan con la normativa, sino que también promuevan un cambio real en la cultura laboral, beneficiando tanto a las organizaciones como a las personas con discapacidad.