Qué es el Stimming en el Autismo: funciones, tipos y estrategias de Apoyo

Qué es el Stimming en el Autismo: funciones, tipos y estrategias de Apoyo

El “stimming” (comportamiento autoestimulador) se refiere a la repetición de movimientos corporales, sonidos, palabras u objetos como forma de autorregulación sensorial y emocional. Aunque todas las personas realizan algún tipo de estímulo repetitivo—como juguetear con el cabello o tamborilear los dedos—, en personas con trastornos del neurodesarrollo (especialmente en el espectro autista) estas conductas suelen ser más intensas y frecuentes. El stimming ayuda a manejar la sobrecarga sensorial, reducir la ansiedad y generar una sensación de control en entornos impredecibles.

¿Qué es el stimming?

El término “stimming” proviene de la expresión inglesa self‑stimulatory behavior o autoestimulación, y engloba acciones como agitar las manos, balancearse, chasquear los dedos o repetir sonidos y palabras. En su forma clínica, también se le conoce como estereotipia o trastorno de movimientos estereotipados, y se considera un subtipo de los comportamientos restringidos y repetitivos (RRB) incluidos en los criterios diagnósticos del autismo.

Orígenes y funciones del stimming

Autoprotección sensorial

Una de las explicaciones principales para el stimming es que actúa como un mecanismo de protección ante la sobrecarga sensorial. Al repetir un movimiento o sonido predecible, la persona genera un estímulo conocido que bloquea o atenúa otros impulsos del entorno que resultan abrumadores.

Regulación emocional

El stimming también sirve para disminuir la ansiedad y otras emociones intensas. En situaciones estresantes o de incertidumbre, estos comportamientos producen liberación de tensión y una sensación de calma interior..

Procesamiento y concentración

Algunas personas  emplean el stimming para mantenerse enfocados o estimular su atención, especialmente durante tareas que les resultan monótonas o demandantes cognitivamente.

Tipos de stimming

Los comportamientos autoestimuladores pueden clasificarse según el tipo de modalidad sensorial implicada:

  • Visual: parpadeo repetitivo, seguir objetos con la mirada, girar objetos.

  • Auditivo/vocal: tararear, repetir palabras o sonidos, chasquear la lengua.

  • Táctil: frotar superficies, apretar objetos, acariciar texturas.

  • Motora: aleteo de manos, balanceo del cuerpo, caminar en círculos.

  • Olfativa/oral: oler objetos, chupar o masticar objetos no comestibles.

  • Vestibular/proprioceptiva: balanceo rítmico, girar sobre sí mismos, golpear el cuerpo contra superficies.

Stimming en el espectro autista

El stimming aparece de forma casi universal en personas con autismo, aunque no siempre indica el diagnóstico por sí mismo. La diferencia radica en la frecuencia, la intensidad y el grado de interferencia en la vida diaria. Mientras que un gesto ocasional de tamborilear con los dedos es común, en el autismo puede prolongarse horas y dificultar la interacción social o la concentración en actividades académicas o laborales.

Cuando el stimming es perjudicial

En la mayoría de los casos, el stimming es inofensivo o incluso beneficioso. Sin embargo, puede convertirse en un problema cuando:

  • Genera autolesión: conductas como golpearse la cabeza o morderse las manos pueden causar daño físico.

  • Interfiere con el aprendizaje y la socialización: un stimming muy intenso puede distraer y dificultar la comunicación.

  • Produce rechazo social: la incomprensión ajena puede llevar al aislamiento o la ansiedad adicional.

En estos casos, se recomienda buscar apoyo profesional para enseñar conductas alternativas seguras y estrategias de autocontrol.

Estrategias de apoyo y manejo

Para acompañar a las personas que realizan stimming:

  1. Crear entornos predecibles: reducir estímulos inconsistentes y ruidosos ayuda a minimizar la necesidad de autoestimulación excesiva.

  2. Ofrecer alternativas sensoriales: juguetes de fidget, telas con distintas texturas o dispositivos de presión pueden sustituir comportamientos de riesgo.

  3. Técnicas de relajación: ejercicios de respiración profunda y mindfulness facilitan la regulación emocional sin recurrir al stimming.

  4. Educación y sensibilización: explicar a familiares, docentes y compañeros el propósito del stimming reduce el estigma y favorece la empatía.

El stimming es una forma natural de autorregulación que, en la mayoría de los casos, contribuye al bienestar de las personas con autismo y otras condiciones neurodivergentes. Reconocer su función protectora y emocional, así como ofrecer apoyos adecuados para evitar daños, es esencial para promover entornos inclusivos y respetuosos. 

 

 

Comprender que todas las personas pueden expresar esta necesidad de autorrefugio sensorial es el primer paso para aceptar y acompañar estas conductas con empatía y eficacia. ¿Conocías este término? ¡Dejanos tu comentario! Te invitamos a leer nuestro artículo: ¿Qué es el autismo? 7 cosas que no sabías

Estrategias de mentoring inverso entre personas con y sin discapacidad

Estrategias de mentoring inverso entre personas con y sin discapacidad

El mentoring inverso entre personas con y sin discapacidad es una práctica en la que quienes viven la discapacidad actúan como mentores/as de personas en puestos de liderazgo o con mayor antigüedad, promoviendo aprendizajes mutuos, derribando estereotipos y mejorando la accesibilidad organizacional. A partir de datos de la OMS, el Banco Mundial y el INE, se constata una brecha de empleo significativa que este enfoque puede ayudar a cerrar. Describimos aquí qué es el mentoring inverso, su contexto global y en España, sus beneficios, estrategias de implementación, ejemplos exitosos, desafíos y recomendaciones prácticas, todo con un tono empático, informativo y cercano.

¿Qué es el mentoring inverso?

Definición y origen

El mentoring inverso invierte la dinámica tradicional: la persona con menos antigüedad o de un colectivo subrepresentado —en este caso, personas con discapacidad— asume el rol de mentor/a, mientras que la persona con más trayectoria se convierte en mentoreada/o. Este modelo fue popularizado por Jack Welch en General Electric para que la alta dirección aprendiera sobre tecnologías emergentes; hoy se usa también para fomentar la inclusión y la diversidad al permitir que líderes comprendan de primera mano las barreras que enfrentan colectivos diversos.

Principios clave

La práctica se basa en la reciprocidad, pues ambas personas enseñan y aprenden mutuamente, y en la confidencialidad, para crear un espacio seguro de diálogo. Es fundamental definir objetivos claros —por ejemplo, mejorar la accesibilidad digital o la comunicación inclusiva— y acotar la duración, recomendada entre tres y seis meses con encuentros periódicos.

Beneficios del mentoring inverso entre personas con y sin discapacidad

El mentoring inverso sensibiliza y genera empatía al compartir experiencias vitales y profesionales de personas con discapacidad, lo que ayuda a líderes a entender barreras físicas, de comunicación y actitudinales. Al mostrar capacidades reales, reduce estereotipos y prejuicios, favoreciendo entornos más equitativos.. Además, impulsa la innovación: las personas con discapacidad suelen proponer mejoras de accesibilidad que benefician a toda la organización, como ajustes en procesos digitales y diseño universal. Para las personas mentoras, supone un empoderamiento al validar su conocimiento y experiencia, incrementando su autoestima y sentido de pertenencia. Finalmente, contribuye a una cultura inclusiva que atrae y retiene talento diverso.

Estrategias prácticas para implementar mentoring inverso

Selección y emparejamiento adecuado

Antes de iniciar, conviene mapear competencias y necesidades: identificar en qué áreas —por ejemplo, accesibilidad web o comunicación inclusiva— las personas en puestos senior requieren aprendizaje. La participación debe ser voluntaria, explicando claramente objetivos y beneficios para ambas partes. El emparejamiento funcionará mejor al alinear afinidades temáticas y estilos de comunicación, y garantizando diversidad en perfiles, discapacidad y áreas de la organización.

Formación y sensibilización inicial

Una sesión de arranque conjunta establece expectativas, normas de confidencialidad e inclusividad, y presenta conceptos clave de accesibilidad y neurodiversidad. Es útil ofrecer un módulo breve de capacitación sobre herramientas de asistencia —lectores de pantalla, subtítulos automáticos, intérpretes de lengua de señas— y ajustes razonables, para que todas las partes comprendan el ecosistema tecnológico y humano que facilitará la mentoría.

Estructura y seguimiento de sesiones

Cada encuentro debe combinar espacio para relatar barreras vividas y para definir juntos soluciones prácticas. Es recomendable registrar aprendizajes y acuerdos en un documento accesible (p. ej., compatible con lectores de pantalla). La bidireccionalidad es esencial: alternar el foco en los retos del mentor/a y en las metas de la persona mentoreada/o.

Evaluación y retroalimentación continua

Definir indicadores SMART: por ejemplo, número de ajustes implementados, nivel de satisfacción medido en encuestas breves y cambios en conocimientos sobre accesibilidad. Recoger feedback mediante entrevistas semiestructuradas y adaptar la frecuencia, el formato o los contenidos de las sesiones de acuerdo con las sugerencias recibidas.

Casos de éxito y ejemplos

En 2022, el Banco Europeo de Inversiones lanzó un programa de mentoring inverso centrado en discapacidad y neurodiversidad, donde personas con discapacidad actuaron como mentores/as de directivos/as senior; los aprendizajes generados impulsaron nuevas políticas de accesibilidad en proyectos bancarios.

Organizaciones como Microsoft y Amazon integran reverse mentoring para mejorar sus programas de contrataciones inclusivas y adaptar espacios de trabajo, incorporando aprendizaje directo de personas con discapacidad sobre ajustes ergonómicos y tecnológicos necesarios.

Desafíos y recomendaciones

La resistencia jerárquica puede frenarlo; contrarresta este reto compartiendo datos de impacto y testimonios de participantes previos, y promoviendo la voluntariedad antes que la imposición. 

El mentoring inverso entre personas con y sin discapacidad es una potente palanca de cambio que, bien implementada, favorece la inclusión, la innovación y el empoderamiento mutuo.

 

Con un emparejamiento cuidadoso, formación inclusiva, tecnología accesible y evaluación continua, el mentoring inverso puede transformar la cultura organizacional y avanzar hacia un futuro más equitativo y diverso. ¿Habías escuchado de esta estrategia? ¡Dejanos tu comentario! Te invitamos a leer nuestro artículo: 5 Pilares de inclusión sociolaboral de personas con discapacidad

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