Discapacidad orgánica o visceral vs física o motriz: Diferencias Clave
Comprender las diferencias entre la discapacidad orgánica o visceral y la discapacidad física o motriz es esencial para garantizar apoyos adecuados, promover la inclusión y diseñar ajustes razonables específicos. Aunque ambos tipos pueden coexistir en una misma persona, cada uno presenta características, necesidades y barreras particulares que merece atenderse con sensibilidad y conocimiento técnico.
¿Qué es la discapacidad orgánica o visceral?
Definición y características
La discapacidad orgánica, también llamada “discapacidad invisible”, implica la pérdida o limitación de la funcionalidad de uno o varios sistemas corporales internos (cardiovascular, respiratorio, digestivo, endocrino, inmunológico, entre otros) sin manifestaciones físicas evidentes a simple vista. Estas afecciones pueden ser congénitas, hereditarias o adquiridas (por ejemplo, insuficiencia renal, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o cardiopatías) y suelen requerir tratamientos continuos y apoyos médicos especializados.
Tipos y ejemplos comunes
Sistema cardiovascular: Insuficiencia cardíaca, cardiopatías congénitas.
Sistema respiratorio: EPOC, fibrosis pulmonar.
Sistema digestivo/metabólico: Enfermedad celíaca, insuficiencia hepática, diabetes tipo 1.
Sistema inmunológico/hematológico: Lupus eritematoso, hemofilia.
Sistema endocrino: Hipotiroidismo severo, síndrome de Cushing.
Estas personas pueden experimentar fatiga crónica, dolor interno o descompensaciones agudas que limitan sus actividades diarias lo que puede llevar a una discapacidad.
¿Qué es la discapacidad física?
Definición y características
La discapacidad física (o motora) se refiere a la disminución o ausencia de funciones motoras o musculoesqueléticas que afectan la movilidad, el equilibrio o la manipulación de objetos. Se evidencia con dispositivos como sillas de ruedas, muletas o prótesis, y puede derivarse de lesiones en la médula espinal, amputaciones, trastornos neuromusculares o afecciones del sistema óseo y articular
Clasificación de la discapacidad física
Según su causa:
Motrices con afectación cerebral: Parálisis cerebral, distrofias musculares.
Debidas a enfermedad: Artritis reumatoide severa, esclerosis múltiple.
Mixtas: Combinación de causas traumáticas y neurológicas.
Según la zona afectada:
Extremidades inferiores: Paraplejia, monoplejía en pierna.
Extremidades superiores y tronco: Monoplejía en brazo, tetraparesia.
Otras: Ataxias, trastornos de la coordinación motora.
Diferencias clave entre discapacidad orgánica o visceral vs física
Visibilidad y percepción social
Orgánica/visceral: Al ser “invisible”, muchas veces no se reconoce como discapacidad y las demandas de accesibilidad quedan ocultas (“lo que no se ve, no existe”)
Física: Las barreras arquitectónicas (escaleras, puertas estrechas, ausencia de rampas) son evidentes, lo que facilita la identificación de necesidades de accesibilidad en el entorno construido.
Necesidades de apoyo y ajustes razonables
Para discapacidad orgánica:
Monitoreo médico remoto, oxigenoterapia domiciliaria, pausas laborales flexibles.
Ajustes razonables: flexibilizar horarios, teletrabajo, descansos adicionales para pruebas médicas.
Para discapacidad física:
Accesibilidad arquitectónica: rampas, ascensores, baños adaptados.
Ayudas técnicas: sillas de ruedas eléctricas, prótesis, elevadores de escaleras, entre otros ajustes según la particularidad.
Diferenciar entre discapacidad orgánica o visceral y discapacidad física es clave para diseñar políticas, infraestructuras y prácticas inclusivas que reconozcan la diversidad de necesidades de todas las personas. Un enfoque empático e informado, apoyado por la correcta valoración y los ajustes razonables, contribuye a garantizar derechos y mejorar la calidad de vida de quienes conviven con estas condiciones. ¿Sabías estas diferencias? ¡Dejanos tu comentario! Te invitamos a leer el artículo: ¿Cual es la discapacidad más frecuente?

