¿Qué adaptaciones puede solicitar una persona con trastorno de ansiedad en el trabajo?

¿Qué adaptaciones puede solicitar una persona con trastorno de ansiedad en el trabajo?

El trastorno de ansiedad es una condición de salud mental que afecta la vida de millones de personas en todo el mundo. Aunque no siempre es visible, sus efectos pueden ser profundos y, en muchos casos, impactar directamente en el ámbito laboral. Sin embargo, con el acompañamiento adecuado y con adaptaciones específicas en el entorno de trabajo, es posible desempeñarse profesionalmente sin que la ansiedad se convierta en una barrera.

¿Por qué son importantes las adaptaciones laborales en casos de ansiedad?

El trabajo es, muchas veces, un escenario donde las personas con trastorno de ansiedad enfrentan múltiples desafíos. Las exigencias de plazos, las interacciones sociales constantes, la presión por resultados y los entornos de alta demanda pueden intensificar los síntomas y generar un desgaste emocional sostenido.

Por eso, hablar de adaptaciones laborales no es un privilegio, sino una herramienta para garantizar igualdad de oportunidades, proteger la salud mental de quienes lo necesitan y permitir que cada persona pueda aportar lo mejor de sí en su rol profesional.

¿Qué son los ajustes razonables?

Los ajustes razonables son modificaciones o adaptaciones que se realizan en el lugar de trabajo para eliminar barreras que puedan limitar el desempeño de una persona con discapacidad o con condiciones de salud mental como el trastorno de ansiedad. Su objetivo es facilitar el acceso al empleo, el desarrollo profesional y la permanencia laboral en igualdad de condiciones.

Estas adaptaciones son siempre individualizadas, dependen de las funciones del puesto y deben ser acordadas de manera colaborativa entre la persona trabajadora y la empresa.

Adaptaciones posibles para personas con trastorno de ansiedad

Existen muchas maneras prácticas en que una empresa puede adaptar su entorno laboral para acompañar a una persona que convive con ansiedad.

Una de las más comunes es la flexibilidad horaria. Permitir que la persona inicie y finalice su jornada en horarios más adecuados puede reducir situaciones estresantes como el tráfico o el congestionamiento de transporte público, así como ofrecer margen en momentos de mayor crisis emocional.

El trabajo remoto, ya sea parcial o total, puede ser otra opción beneficiosa. Esta modalidad permite reducir la exposición a estímulos estresantes propios del ambiente físico laboral y brinda mayor control sobre el espacio y las condiciones en las que la persona desarrolla sus tareas.

En cuanto a la supervisión, es útil que los responsables directos mantengan una comunicación clara, predecible y estructurada. Establecer reuniones planificadas y objetivos de trabajo bien definidos ayuda a disminuir la incertidumbre, uno de los principales detonantes de ansiedad.

Las pausas programadas durante la jornada son otra herramienta valiosa. Espacios breves de descanso permiten a la persona realizar ejercicios de relajación, respiración o mindfulness, estrategias recomendadas para el control de los síntomas de ansiedad.

El entorno físico también puede ajustarse. Asignar espacios de trabajo tranquilos, con menor exposición al ruido, la actividad constante o las interrupciones frecuentes, puede marcar una diferencia significativa en el bienestar cotidiano.

Además, el uso de herramientas tecnológicas de organización, como agendas digitales, recordatorios automáticos o sistemas de planificación visual, favorece el manejo de tareas y plazos, reduciendo el estrés asociado al olvido o la sobrecarga de actividades.

En algunos casos, puede ser necesario revisar la distribución de tareas o flexibilizar plazos durante momentos de mayor sintomatología, siempre en acuerdo mutuo entre la persona trabajadora y la empresa.

Finalmente, es fundamental sensibilizar al equipo de trabajo y a los líderes mediante capacitaciones en diversidad e inclusión en salud mental. Esto contribuye a prevenir comentarios estigmatizantes, malentendidos o prácticas inadecuadas que puedan agravar la situación.

¿Cómo solicitar estas adaptaciones?

Para solicitar estas adaptaciones, es recomendable iniciar un diálogo abierto y respetuoso con recursos humanos o con el área de inclusión laboral, si la empresa cuenta con ella. Aunque no siempre es obligatorio presentar un certificado médico, en algunos casos contar con un informe profesional puede facilitar la comprensión de las necesidades y respaldar las solicitudes.

Es importante que la comunicación sea clara, centrada en las dificultades concretas y en las posibles soluciones. Las empresas, por su parte, tienen la responsabilidad de mantener la confidencialidad de la información compartida.

¿Qué establece la normativa?

En muchos países, el trastorno de ansiedad está incluido dentro de los marcos legales de discapacidad o de protección de derechos en el trabajo. Normativas como la Americans with Disabilities Act (ADA) en Estados Unidos, las leyes de salud mental y empleo en diversos países de América Latina, o las directivas de igualdad de trato en Europa, obligan a los empleadores a ofrecer ajustes razonables cuando son solicitados y viables.

Tener un trastorno de ansiedad no debería limitar las oportunidades laborales de ninguna persona. Las adaptaciones laborales son herramientas concretas que permiten eliminar barreras y garantizar un ambiente de trabajo más saludable, productivo e inclusivo para todas las personas. Invertir en estos ajustes no solo beneficia a quien los solicita, sino que enriquece la cultura organizacional en su conjunto.

 

Si deseas conocer más sobre cómo construir espacios laborales inclusivos, te invitamos a leer nuestro artículo sobre Decir “sí” a la discapacidad: ajustes razonables para una inclusión real en el trabajo, donde encontrarás ejemplos y recomendaciones para implementar medidas efectivas en el ámbito laboral.

Apps de salud mental basadas en IA: Chatbots y terapias digitales para personas con discapacidad psicosocial

Apps de salud mental basadas en IA: Chatbots y terapias digitales para personas con discapacidad psicosocial

En un mundo cada vez más digitalizado, las aplicaciones de salud mental basadas en Inteligencia Artificial (IA) ofrecen nuevas oportunidades de apoyo accesible para personas con discapacidad psicosocial. Estas herramientas, que van desde chatbots conversacionales hasta plataformas de terapia en línea, pueden complementar la atención tradicional y superar barreras geográficas, económicas o de movilidad. Este artículo explora cómo funcionan estas apps, sus beneficios, desafíos y recomendaciones prácticas para quienes deseen incorporarlas en su rutina de autocuidado.

Es importante señalar que estas aplicaciones son de apoyo o complementarias, toda vez que prima la necesidad de recurrir a un profesional de la salud para su correcto y responsable tratamiento.

¿Qué son las apps de salud mental basadas en IA?

Las aplicaciones de salud mental con IA utilizan algoritmos avanzados para proporcionar apoyo emocional, seguimiento de estados de ánimo y, en algunos casos, intervenciones terapéuticas. Entre sus principales componentes se encuentran:

  • Chatbots conversacionales: Interfaces que simulan una conversación humana para ofrecer contención inmediata.

  • Programas de terapia cognitivo-conductual (TCC) digitalizados: Módulos estructurados que guían a las personas usuarias a través de ejercicios psicoeducativos.

  • Monitorización pasiva y activa: Registro de datos de uso, patrones de sueño, actividad física y respuestas emocionales.

  • Recomendaciones personalizadas: Sugerencias de ejercicios de respiración, mindfulness u otras técnicas basadas en el análisis de datos.

Privacidad y autonomía

Para muchas personas, compartir dificultades emocionales en entornos presenciales puede generar ansiedad o temor al estigma. Las terapias digitales ofrecen un espacio más privado y controlado, donde las personas con discapacidad psicosocial pueden explorar sus emociones con mayor autonomía, aunque nunca sustitutiva de la atención de un profesional, puede ser de ayuda y apoyo para los procesos. 

Continuidad de atención

Las apps de IA están disponibles 24/7, lo que garantiza acompañamiento entre sesiones con profesionales o en momentos de crisis. Esta continuidad contribuye a una mejor gestión de síntomas y prevención de recaídas.

 

Desafíos y limitaciones

Calidad de la IA y sesgos

Los algoritmos pueden reflejar sesgos si no se entrenan con datos de personas con discapacidad psicosocial. Esto puede reducir la efectividad para quienes presentan experiencias emocionales complejas.

Falta de regulación y certificación

No todas las apps están validadas clínicamente. Es importante verificar si cuentan con estudios publicados, certificaciones sanitarias o aval de profesionales.

Brecha digital

El acceso a estas herramientas depende de disponer de un dispositivo y conectividad estable, lo cual puede ser un obstáculo para algunas personas.

Recomendaciones prácticas para personas con discapacidad psicosocial y sus entornos

Evaluar antes de usar

  1. Revisar reseñas de personas con discapacidad psicosocial.

  2. Probar versiones gratuitas o demos.

  3. Consultar con profesionales de salud mental, esto es lo primordial y no admite sustitución alguna, para um correcto y adecuado tratamiento.

Perspectivas de futuro

La investigación en IA y salud mental avanza rápidamente. Algunas tendencias prometedoras incluyen:

  • Realidad virtual terapéutica accesible: Entornos inmersivos adaptados para personas con discapacidad psicosocial.

  • IA multimodal: Integración de voz, texto y análisis facial para una comprensión emocional más completa.

Las apps de salud mental basadas en IA representan una herramienta valiosa para apoyar el bienestar emocional de las personas con discapacidad psicosocial. Su accesibilidad, disponibilidad y adaptabilidad ofrecen nuevas formas de cuidado complementario, aunque es crucial evaluar su calidad y garantizar un uso ético. Al combinar estas tecnologías con la atención profesional y el fomento de habilidades digitales, podemos avanzar hacia un modelo de salud mental más inclusivo y equitativo para todas las personas.

¿Qué piensas de estas herramientas del uso de estas herramientas? ¡Dejanos tu comentario! Te invitamos a leer nuestro artículo: Salud Mental y Discapacidad psicosocial

Ansiedad social y entrevistas de trabajo: estrategias para candidatos con discapacidad psicosocial

Ansiedad social y entrevistas de trabajo: estrategias para candidatos con discapacidad psicosocial

La ansiedad social puede convertirse en una barrera significativa para las personas con discapacidad psicosocial que buscan empleo. Las entrevistas de trabajo con su formato de evaluación directa y la presión de causar una buena impresión suelen desencadenar síntomas como sudoración, palpitaciones o bloqueo mental. Sin embargo, existen estrategias prácticas y adaptaciones que permiten enfrentar este desafío con más confianza y eficacia. En este artículo te ofrecemos un enfoque empático e informativo para prepararte mejor, desde la comprensión de la ansiedad social hasta técnicas concretas antes y durante la entrevista.

Comprendiendo la ansiedad social y la discapacidad psicosocial

¿Qué es la ansiedad social?

La ansiedad social es un trastorno caracterizado por un miedo intenso a situaciones de interacción social o de desempeño en público, donde existe la posibilidad de ser evaluado negativamente. Las personas que la padecen pueden experimentar:

  • Temor a hablar frente a desconocidas o desconocidos

  • Miedo a cometer errores y sentirse juzgadas

  • Síntomas físicos como taquicardia, sudoración o temblores

Impacto de la ansiedad social en las entrevistas de trabajo

Para las personas con discapacidad psicosocial, aquellas que viven con trastornos de salud mental que afectan su funcionamiento diario, la ansiedad social puede agravar la dificultad de enfrentar las entrevistas. 

Barreras y desafíos en el proceso de búsqueda de empleo

Antes de profundizar en las técnicas, es útil identificar las barreras más frecuentes:

  • Estigma y prejuicios: asociaciones negativas de “impredecibilidad” o “ineficacia”.

  • Falta de ajustes razonables: ausencia de pausas adicionales, preguntas adaptadas o formato de entrevista más flexible.

  • Desconocimiento de recursos: muchas personas candidatas no saben que pueden solicitar apoyos, como intérpretes de lengua de señas o pausas para gestionar su ansiedad.

Reconocer estas barreras es el primer paso para reclamar los ajustes necesarios y diseñar un plan de acción personalizado.

Estrategias previas a la entrevista

Preparación emocional y mental

  1. Entrenamiento de exposición gradual

    • Simula situaciones de entrevista con personas de confianza.

    • Aumenta progresivamente la dificultad: primero un saludo breve, luego responder a preguntas comunes, y finalmente compartir logros profesionales.

  2. Técnicas de relajación

    • Respiración diafragmática: inhalar contando hasta 4, retener 2 segundos y exhalar en 6.

    • Visualización positiva: imaginar el escenario de la entrevista y visualizar una conversación fluida.

Aplicar estas prácticas diariamente reduce la reactividad biológica ante el estrés.

Simulación y práctica

  • Role-playing con feedback: pide a una persona amiga o a un mentor que actúe como entrevistadora o entrevistador y te dé retroalimentación constructiva.

  • Grabarte en vídeo: te permite observar tu lenguaje corporal, tono de voz y expresiones faciales para ir ajustando tu comunicación.

La familiaridad que aporta la práctica facilita la regulación de la ansiedad en el momento real.

Accesibilidad y ajustes razonables

Comunicación de necesidades

Las personas con discapacidad psicosocial tienen derecho a solicitar ajustes que hagan la entrevista más accesible, como:

  • Pausas adicionales para estabilizar la respiración o revisar la información.

  • Formato de preguntas por escrito en lugar de solo oral.

  • Entrevistas telemáticas si la presencialidad incrementa excesivamente la ansiedad.

Solicitar ajustes por adelantado demuestra autoconocimiento y fortalece tu candidatura.

Uso de apoyos y recursos

  • Acompañamiento de una persona de confianza (si la organización lo permite).

  • Material de apoyo escrito: llevar anotaciones con palabras clave de tus logros y habilidades.

  • Tecnologías de apoyo: aplicaciones de autocontrol de ansiedad para usar justo antes o incluso durante la entrevista.

Técnicas durante la entrevista

Técnicas de autorregulación

  1. Anclaje físico: presionar suavemente un punto de tu mano (por ejemplo, entre el pulgar y el índice) para generar un ancla calmante.

  2. Micro-pausas: antes de responder, tómate 2–3 segundos para inspirar y estructurar la respuesta.

Estas herramientas ayudan a disminuir la sensación de bloqueo y a mantener la claridad mental.

Comunicación efectiva

  • Lenguaje claro y pausado: transmite tus ideas de forma precisa, evitando la prisa.

  • Contacto visual adaptado: si el contacto continuo genera ansiedad, alterna la mirada entre el entrevistador y notas o el espacio de la mesa.

  • Uso de ejemplos concretos: prepara anécdotas breves que destaquen cómo has gestionado retos o colaborado en equipo.

Salud física y mental

Es importante señalar la importancia de contar con un profesional para trabajar técnicas específicas de afrontamiento puede marcar la diferencia en tu desempeño, y priorizar el descanso y la actividad física mejorará el estado de ánimo y la resistencia al estrés.

La ansiedad social y las entrevistas de trabajo representan un reto adicional para las personas con discapacidad psicosocial, pero no imposibles de superar. Conociendo tus derechos para pedir ajustes razonables, practicando técnicas de autorregulación y recurriendo a apoyos especializados, es posible afrontar las entrevistas con mayor confianza y claridad. ¿Qué opinas de estas estrategias? ¡Dejanos tu opinión en los comentarios! Te invitamos a leer nuestro artículo: Tipos de discapacidad psicosocial

¿Qué adaptaciones puede solicitar una persona con trastorno de ansiedad en el trabajo?

Tipos de discapacidad psicosocial

La discapacidad psicosocial es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, pero a menudo es malinterpretada o desconocida. Este tipo de discapacidad se relaciona con trastornos de salud mental que impactan la vida diaria, la autonomía y la participación en la sociedad. En este artículo, exploraremos los distintos tipos de discapacidad psicosocial, sus características, cómo afectan a quienes las experimentan y qué apoyos existen para mejorar su calidad de vida.

¿Qué es la discapacidad psicosocial?

La discapacidad psicosocial no es una enfermedad en sí misma, sino una consecuencia de condiciones de salud mental que limitan la participación plena en la vida social y laboral. Puede derivarse de trastornos como la depresión, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, entre otros. Su impacto varía según la persona, el contexto y el acceso a tratamientos adecuados.

Tipos de discapacidad psicosocial

1. Trastornos del estado de ánimo

Estos trastornos afectan la estabilidad emocional de una persona, alterando su bienestar y funcionamiento diario.

a) Depresión 

Caracterizada por sentimientos persistentes de tristeza, falta de energía, pérdida de interés en actividades y dificultades para concentrarse. Puede generar incapacidad para trabajar o estudiar y afectar las relaciones interpersonales.

b) Trastorno bipolar

Implica cambios extremos en el estado de ánimo, desde episodios de manía (euforia, hiperactividad) hasta episodios depresivos severos. Estas fluctuaciones pueden dificultar la estabilidad laboral y social.

2. Trastornos psicóticos

Estos trastornos afectan la percepción de la realidad y la capacidad de razonar con claridad.

a) Esquizofrenia

Se caracteriza por alucinaciones, delirios, pensamientos desorganizados y dificultades para interactuar socialmente. Requiere tratamiento médico y apoyo psicosocial para mejorar la calidad de vida.

b) Trastorno esquizoafectivo

Combina síntomas de esquizofrenia con episodios de depresión o manía, lo que complica el diagnóstico y tratamiento.

3. Trastornos de ansiedad

Estos trastornos generan preocupación excesiva y respuestas físicas ante situaciones cotidianas.

a) Trastorno de ansiedad generalizada

Implica preocupación crónica e incontrolable sobre diversos aspectos de la vida, afectando la concentración y el sueño.

b) Trastorno de pánico

Caracterizado por ataques de pánico repentinos, que incluyen palpitaciones, dificultad para respirar y miedo intenso. Puede llevar al aislamiento social.

c) Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

Se manifiesta en pensamientos obsesivos y conductas compulsivas repetitivas, afectando la autonomía y la interacción social.

4. Trastorno de estrés postraumático (TEPT)

Surge tras experiencias traumáticas, provocando recuerdos intrusivos, pesadillas y evitación de situaciones que recuerden el trauma. Puede dificultar la estabilidad emocional y laboral.

5. Trastornos de la personalidad

Afectan la forma en que una persona percibe, se relaciona y responde a los demás.

a) Trastorno límite de la personalidad (TLP)

Se caracteriza por inestabilidad emocional, impulsividad y miedo intenso al abandono, lo que dificulta mantener relaciones saludables.

b) Trastorno antisocial de la personalidad

Se manifiesta en una falta de empatía, irresponsabilidad y conducta manipuladora, afectando la integración social.

Cómo apoyar a las personas con discapacidad psicosocial

El apoyo adecuado es clave para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad psicosocial. Algunas estrategias incluyen:

  • Acceso a tratamiento: La atención médica y psicológica es fundamental para el manejo de los síntomas.
  • Redes de apoyo: La familia, amistades y comunidades de apoyo son esenciales para brindar acompañamiento y comprensión.
  • Inclusión laboral y educativa: Es importante que las empresas y centros educativos implementen adaptaciones para facilitar la participación.
  • Sensibilización y educación: La información ayuda a reducir el estigma y fomenta una sociedad más inclusiva.

La discapacidad psicosocial abarca una amplia gama de condiciones que pueden afectar el bienestar y la participación de las personas en la sociedad. Comprender sus diferentes tipos y proporcionar apoyo adecuado es fundamental para construir un mundo más inclusivo y accesible.

Si tú o alguien que conoces necesita información o apoyo, te invitamos a explorar más recursos en nuestra página web, encontrarás artículos de interés como: Salud mental y discapacidad psicosocial: desafíos y avances  ¡Juntos podemos promover una sociedad más equitativa y sin barreras!

 

Salud mental y discapacidad psicosocial: desafíos y avances

Salud mental y discapacidad psicosocial: desafíos y avances

Las personas con discapacidad psicosocial, como aquellas con trastornos de salud mental, a menudo se enfrentan a estigmas y prejuicios que dificultan su integración. A pesar de los avances en el ámbito de la salud mental, la sociedad sigue percibiendo a estas personas de manera negativa, lo que afecta sus posibilidades de desarrollo personal y profesional.

¿Qué es la discapacidad psicosocial?

La discapacidad psicosocial se refiere a los efectos que los trastornos mentales pueden tener en las habilidades funcionales de una persona. Estos trastornos pueden dificultar las actividades cotidianas, desde mantener un empleo hasta interactuar con la familia y la comunidad. La discapacidad psicosocial no solo se refiere al diagnóstico médico, sino también a las barreras sociales y culturales que excluyen a estas personas de participar plenamente en la sociedad.

Impacto en la salud mental 

El estigma social asociado con las enfermedades y los trastornos mentales crean una barrera adicional para las personas con discapacidad psicosocial. A menudo, estas personas se sienten rechazadas o incomprendidas, lo que empeora su bienestar general y su calidad de vida.

El aislamiento social, la discriminación laboral y la falta de acceso a servicios de salud adecuados son solo algunas de las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad psicosocial. Esto puede resultar en una baja autoestima, lo que a su vez perpetúa el ciclo de exclusión y deterioro de la salud mental.

Desafíos en el entorno laboral

El entorno laboral es una de las áreas más desafiantes para las personas con discapacidad psicosocial. Las organizaciones muchas veces carecen de políticas inclusivas que permitan la integración de personas con trastornos mentales en sus equipos. Esto se debe en gran parte a los prejuicios y la falta de información sobre las necesidades específicas de este grupo.

El apoyo adecuado, como adaptaciones laborales, flexibilidad en los horarios, o la posibilidad de trabajar en entornos que fomenten la salud mental, es crucial para que estas personas puedan contribuir de manera significativa en el mercado laboral. Además, la formación de empleadores y equipos de trabajo sobre salud mental y discapacidad psicosocial puede ser un paso fundamental para reducir la discriminación.

Acceso a servicios de salud mental

El acceso a servicios de salud mental es otra área clave para las personas con discapacidad psicosocial. En muchos países, estos servicios son limitados y las personas con trastornos mentales se enfrentan a largos períodos de espera, costos elevados y, en ocasiones, a la falta de especialistas adecuados. Esto dificulta enormemente el tratamiento oportuno y adecuado.

La falta de acceso a atención médica adecuada y el estigma social relacionado con la salud mental contribuyen a la perpetuación de la discapacidad psicosocial. Es fundamental que las políticas públicas promuevan la inclusión de la salud mental dentro de los sistemas de salud generalizados, asegurando que las personas con discapacidad psicosocial reciban la atención que necesitan.

Acciones para la inclusión

Existen varias acciones que pueden mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad psicosocial. Algunas de ellas incluyen:

  • Concientización y educación: Es esencial aumentar la conciencia sobre la discapacidad psicosocial en todos los niveles de la sociedad, especialmente en los entornos laborales y educativos. Esto puede ayudar a reducir el estigma y fomentar una cultura de inclusión.
  • Adaptaciones laborales y académicas: Proporcionar ajustes razonables en el lugar de trabajo o en el ámbito educativo puede facilitar que las personas con discapacidad psicosocial tengan las mismas oportunidades que sus pares. Esto puede incluir modificaciones en los horarios, espacios tranquilos o tareas adaptadas.
  • Apoyo psicológico y redes de apoyo: Contar con un sistema de apoyo, como grupos de ayuda mutua o terapias grupales, es fundamental para las personas con discapacidad psicosocial. Estos espacios brindan una red de apoyo emocional que facilita el bienestar.
  • Políticas públicas inclusivas: Los gobiernos deben crear políticas públicas que aseguren la integración de las personas con discapacidad psicosocial en todos los ámbitos de la sociedad, garantizando el acceso a la salud, el empleo y la educación sin discriminación.

Existen varias organizaciones que ofrecen recursos y apoyo a las personas con discapacidad psicosocial. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece directrices y recursos sobre salud mental, promoviendo políticas inclusivas y el acceso a servicios para las personas con trastornos mentales.

Para conocer más sobre el tema, puedes leer nuestro artículo “Enfoque integral para la discapacidad y la salud mental”.

 

Es crucial que continuemos trabajando juntos para crear una sociedad más inclusiva para las personas con discapacidad psicosocial. Si tienes alguna experiencia personal o profesional relacionada con este tema, ¡nos encantaría saber tu opinión! Cuéntanos tus pensamientos en los comentarios, o únete a la conversación en nuestras redes sociales.

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