Transformar el cuidado para transformar el futuro: una visión inclusiva y sostenible
El cuidado como derecho y pilar de desarrollo
Millones de personas en todo el mundo dedican gran parte de su tiempo al cuidado. Lo hacen por amor, responsabilidad o necesidad, pero muchas veces sin contar con el apoyo ni el reconocimiento que merecen. El Policy Paper “Transformar los sistemas de cuidados” de la ONU parte de una premisa fundamental: el cuidado es un derecho humano y un pilar central para el desarrollo sostenible. No debe tratarse como una responsabilidad privada que recae sobre las familias, sino como un asunto colectivo que requiere políticas públicas y compromiso de toda la sociedad.
Una organización desigual que perpetúa brechas
La manera en que hoy se organiza el cuidado perpetúa desigualdades. El peso de estas tareas sigue recayendo mayoritariamente en mujeres, limitando sus oportunidades de empleo, educación y participación política. Por otro lado, las personas que necesitan cuidados —como personas con discapacidad, mayores o con enfermedades crónicas— ven restringida su autonomía cuando no existen servicios adecuados y accesibles.
La ONU advierte que este modelo tiene un costo social y económico elevado: limita el desarrollo personal y profesional de quienes cuidan y reduce la participación social de quienes reciben apoyo.
Accesibilidad como requisito indispensable
Un sistema de cuidados inclusivo debe garantizar que todas las personas puedan acceder a los servicios. Esto significa eliminar barreras físicas en los centros de atención, ofrecer información en formatos accesibles, garantizar intérpretes de lengua de señas y utilizar tecnologías que faciliten la autonomía. La accesibilidad no es un complemento, sino una condición esencial para la igualdad de oportunidades.
Calidad y dignidad en la atención
Ampliar la cobertura de los servicios no es suficiente. La calidad de la atención depende directamente de la capacitación, las condiciones laborales y el reconocimiento de quienes trabajan en cuidados. El documento enfatiza que este personal debe contar con formación continua, salarios justos y seguridad social. Profesionalizar la labor de cuidados no solo mejora la calidad del servicio, sino que dignifica a quienes lo brindan.
Cambiar la cultura del cuidado
Además de las reformas estructurales, es fundamental transformar la forma en que la sociedad percibe el cuidado. Las campañas de sensibilización pueden ayudar a derribar estereotipos de género que lo asignan exclusivamente a las mujeres. La corresponsabilidad debe promoverse en todos los ámbitos: en los hogares, en las empresas, en las comunidades y en las políticas estatales.
Cuando el cuidado se entiende como una responsabilidad compartida, se abren más oportunidades para que todas las personas participen plenamente en la vida económica y social.
Invertir en cuidado para un futuro sostenible
Transformar los sistemas de cuidados no es solo una cuestión de justicia social, también es una decisión estratégica para el desarrollo. Invertir en servicios inclusivos y de calidad permite que más personas participen en el mercado laboral, mejora la salud y el bienestar de las comunidades, y reduce los costos asociados a la exclusión y la institucionalización prematura.
El documento subraya que esta inversión requiere planificación, recursos sostenidos y voluntad política para integrarla en las prioridades nacionales.
Participación ciudadana en el diseño de soluciones
La construcción de sistemas de cuidado eficaces e inclusivos exige escuchar a quienes más saben sobre sus necesidades: las personas cuidadoras y quienes reciben cuidados. Su participación en el diseño, implementación y evaluación de los programas garantiza que las soluciones sean realistas, adaptadas a contextos diversos y capaces de mejorar la calidad de vida.
El diálogo con organizaciones comunitarias, sindicatos, empresas y gobiernos locales es clave para generar alianzas que fortalezcan el sistema.
Un compromiso que define el futuro
La ONU deja claro que transformar el cuidado es transformar la sociedad. Significa construir un modelo donde el bienestar de las personas esté en el centro y donde cada individuo, sin importar su género, edad o condición, tenga la oportunidad de desarrollarse plenamente. Este es un desafío que requiere la colaboración de todos los actores, pero que promete un futuro más justo, igualitario y sostenible.
¿Qué cambios en el sistema de cuidados serían más urgentes en tu país?
¿Has visto buenas prácticas que podrían replicarse a mayor escala?
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Fuente: ONU – Policy paper Transformar los sistemas de cuidados (2024). Disponible en: https://www.un.org/es

