Disability Pride Month: visibilidad, orgullo y resistencia de las personas con discapacidad

Disability Pride Month: visibilidad, orgullo y resistencia de las personas con discapacidad

Celebrar la diversidad, desafiar la norma

Cada mes de julio se conmemora el Disability Pride Month, una fecha que invita a las personas con discapacidad —y a toda la sociedad— a reflexionar, visibilizar y celebrar la diversidad corporal, sensorial, cognitiva y emocional. Este mes pone el foco en el orgullo de ser quien se es, en la afirmación de la identidad y en la lucha por un mundo donde todas las personas puedan vivir sin barreras.

Aunque aún es poco conocido en muchos países de América Latina, el Disability Pride Month está creciendo como una herramienta poderosa para la conciencia pública y la transformación cultural.

¿Cómo surge el Disability Pride Month?

La historia del Disability Pride Month comienza en los Estados Unidos, donde julio marca el aniversario de la promulgación de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA), una legislación histórica que entró en vigor el 26 de julio de 1990 y que prohíbe la discriminación por motivos de discapacidad.

El primer desfile de orgullo por la discapacidad se realizó ese mismo año en Boston. Desde entonces, distintas ciudades comenzaron a organizar marchas, festivales y actividades culturales durante julio para visibilizar la presencia, las luchas y las contribuciones de las personas con discapacidad.

Aunque aún no existe un reconocimiento oficial en muchos países, el espíritu del Disability Pride ha cruzado fronteras, expandiéndose a comunidades de personas con discapacidad que reclaman su lugar en la historia, en el lenguaje, en los medios y en la sociedad.

¿Qué significa “orgullo” en este contexto?

Hablar de orgullo no significa negar los desafíos. Tampoco implica romantizar el dolor ni ignorar las barreras estructurales que persisten. Significa reivindicar la identidad desde un lugar de dignidad, agencia y pertenencia.

El orgullo por la discapacidad no nace del cuerpo en sí, sino de resistir un entorno que constantemente niega, infantiliza o medicaliza esa existencia. Es la afirmación de que:

  • No hay un solo modo válido de vivir el cuerpo.

  • No se necesita ser “curada” para ser respetada.

  • No hay que esconder dispositivos de asistencia, diferencias visibles o necesidades particulares.

  • No se es menos por moverse, comunicarse o sentir de otra manera.

La discapacidad no es una tragedia personal, sino una construcción social que puede y debe transformarse.

Orgullo es también política

El Disability Pride Month también es una oportunidad para exigir derechos. Durante julio, muchas organizaciones aprovechan para impulsar:

  • Reformas legales en accesibilidad, salud, empleo y educación.

  • Campañas contra la discriminación y la violencia.

  • Producciones culturales y artísticas creadas por personas con discapacidad.

  • Espacios de expresión, reunión y liderazgo.

Porque visibilidad sin derechos es solo espectáculo. Y el verdadero orgullo necesita ir acompañado de políticas públicas, recursos concretos y escucha activa a las voces del movimiento.

La bandera del orgullo por la discapacidad

Una de las expresiones más reconocibles del Disability Pride es su bandera. La versión más reciente fue rediseñada en 2021 por Ann Magill, una mujer con discapacidad, para asegurar que fuera accesible visualmente para personas con sensibilidad sensorial.

La bandera incluye:

  • Una banda negra que representa el duelo por vidas perdidas por violencia, negligencia o falta de acceso.

  • Cinco líneas de colores (rojo, dorado, blanco, azul y verde), que simbolizan distintos tipos de discapacidad (física, cognitiva, sensorial, mental, invisible).

  • El diseño diagonal atraviesa la oscuridad, en símbolo de avance y lucha colectiva.

Más allá de su estética, la bandera se convirtió en un ícono de resistencia, comunidad y visibilidad.

¿Cómo sumarse desde América Latina?

Aunque el Disability Pride Month no está oficialmente reconocido en la mayoría de los países de la región, muchas personas y organizaciones ya lo celebran. Algunas formas de participar incluyen:

  • Compartir historias en primera persona.

  • Promover contenido creado por personas con discapacidad.

  • Visibilizar barreras que siguen vigentes en la educación, el trabajo o el transporte.

  • Revisar prácticas institucionales con mirada crítica.

  • Usar lenguaje inclusivo y respetuoso.

  • Preguntar y aprender desde la escucha activa, sin infantilizar ni romantizar.

El cambio empieza con pequeñas acciones cotidianas, y el orgullo también se construye en red.

El Disability Pride Month no es solo una fecha en el calendario. Es una declaración de existencia, de dignidad y de potencia colectiva. Es un recordatorio de que las personas con discapacidad no tienen que pedir permiso para estar, para hablar, para decidir.

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