Hipoacusia: tipos, grados y su impacto en la comunicación

Hipoacusia: tipos, grados y su impacto en la comunicación

En la actualidad, la hipoacusia —pérdida parcial o total de la capacidad auditiva— afecta a millones de personas en el mundo, generando barreras de comunicación y bienestar social. Este artículo describe qué es la hipoacusia, sus tipos y grados, así como su impacto en la comunicación interpersonal y colectiva. Además, ofrece soluciones prácticas y orientaciones útiles para acompañar el proceso de diagnóstico, intervención y rehabilitación, siempre empleando un lenguaje inclusivo y neutro que reconozca a la “persona con discapacidad auditiva” en lugar de términos centrados en la condición.

¿Qué es la hipoacusia?

La hipoacusia es la disminución de la capacidad para percibir sonidos en uno o ambos oídos, que puede variar desde leve hasta profunda, e interferir en el desarrollo del habla, el lenguaje y las interacciones diarias. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2050 habrá casi 2 500 millones de personas con algún grado de pérdida auditiva, y más de 700 millones requerirán rehabilitación auditiva. En la Región de las Américas, alrededor de 217 millones de personas (21,5 % de la población) viven con pérdida auditiva, con un costo social y económico anual de 262 millones de dólares.

Tipos de hipoacusia

La clasificación por origen de la hipoacusia ayuda a entender su mecanismo y definir tratamientos adecuados.

Hipoacusia de conducción o transmisión

Se produce por alteraciones en el oído externo o medio que impiden el paso eficiente del sonido hacia el oído interno. Causas frecuentes incluyen tapones de cerumen, otitis media y malformaciones del conducto auditivo.

Hipoacusia neurosensorial o de percepción

Implica daño en el oído interno (cóclea) o en la vía nerviosa hasta el cerebro. Suele estar relacionada con la edad (presbiacusia), la exposición a ruido intenso o factores genéticos.

Hipoacusia mixta

Combinación de mecanismos de conducción y neurosensorial. Por ejemplo, una persona con otitis crónica y daño coclear puede presentar ambos componentes.

Hipoacusia unilateral y bilateral

  • Unilateral: afecta a un solo oído, dificultando la localización de la fuente sonora y la comprensión en entornos ruidosos.

     

  • Bilateral: involucra ambos oídos, y suele tener mayor impacto en el lenguaje y la socialización.

     

Grados de hipoacusia

La OMS y organismos clínicos clasifican la severidad según el umbral audiométrico en decibelios (dB HL): 

Se considera hipoacusia leve cuando el promedio de las pérdidas auditivas está entre 26 y 40 dB HL, lo que provoca dificultad para oír sonidos suaves y seguir conversaciones en entornos con ruido leve; hipoacusia moderada, con umbrales de 41 a 60 dB HL, que genera problemas para entender el habla cotidiana sin apoyo técnico; hipoacusia grave, definida por pérdidas de 61 a 80 dB HL, que obliga al uso de sistemas de amplificación para mantener una comunicación efectiva; y hipoacusia profunda, con umbrales iguales o superiores a 81 dB HL, en la cual la persona depende de tecnologías de asistencia (audífonos potentes, implantes cocleares) y de estrategias como la lectura labial para acceder al lenguaje hablado.

Impacto en la comunicación

La hipoacusia no tratada genera barreras comunicativas y efectos emocionales:

Aislamiento social y emocional

Las dificultades crecientes para participar en conversaciones pueden llevar al retraimiento, ansiedad y depresión. En niños, la falta de acceso a los sonidos retrasa el desarrollo del lenguaje y la lectura, con repercusiones académicas y de autoestima.

Dificultades en entornos ruidosos

Las personas con hipoacusia neurosensorial tienen especial dificultad en lugares con ruido de fondo o múltiples interlocutores, lo que puede generar frustración y fatiga auditiva.

Impacto laboral y educativo

La pérdida auditiva no tratada se asocia con menor rendimiento académico y limitaciones en el mercado de trabajo, reduciendo oportunidades de empleo y autonomía económica.

Estrategias y soluciones prácticas

Detección temprana y diagnóstico

  • Audiometría de tonos puros: evalúa umbrales a distintas frecuencias para determinar el grado de hipoacusia.

     

  • Impedanciometría: mide la función del oído medio, útil en hipoacusias de conducción.

     

  • Audiometría verbal: evalúa la comprensión de palabras en distintos volúmenes.

     

Tecnologías de apoyo

  • Audífonos: amplifican el sonido para grados leve a grave de hipoacusia. Los dispositivos modernos incluyen conectividad inalámbrica y ajustes automáticos.

     

  • Implantes cocleares: indicado en hipoacusias profundas cuando los audífonos no son suficientes.

     

  • Sistemas de asistencia tecnológica (ALS/ALD): bucles magnéticos, FM y sistemas infrarrojos que mejoran la señal en auditorios y aulas.

     

  • Videointerpretación en lengua de señas: servicios como SVisual facilitan la comunicación en tiempo real para personas usuarias de lengua de señas.

     

La hipoacusia es un desafío comunicativo y social, pero con detección temprana, tecnologías de apoyo y adaptaciones prácticas es posible mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con discapacidad auditiva. Fomentar entornos inclusivos y empáticos, junto a un abordaje interdisciplinario, promueve la participación plena y la autonomía de todas las personas. Te invitamos a leer nuestro artículo: Personas con discapacidad auditiva podrán hablar por celular

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