Modelo de protocolo para la maternidad de Mujeres con discapacidad para una atención respetuosa y accesible
Un derecho que debe ser garantizado en igualdad de condiciones
Las mujeres con discapacidad tienen derecho a ejercer su maternidad con autonomía, seguridad y dignidad. Sin embargo, múltiples barreras sociales, institucionales y culturales siguen dificultando este proceso, desde el acceso a la información hasta los servicios de salud y apoyo para la crianza.
El Modelo de Protocolo para la Maternidad de Mujeres con Discapacidad, desarrollado con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y SENADIS Chile, propone una serie de lineamientos que orientan a instituciones y profesionales para garantizar una atención respetuosa, inclusiva y sin discriminación.
Ejes fundamentales del modelo de atención
Reconocimiento de derechos
Toda mujer con discapacidad tiene derecho a:
- Ser tratada con respeto y sin discriminación en temas de salud sexual, maternidad y crianza.
- Acceder a información en formatos accesibles y comprensibles.
- Otorgar su consentimiento informado sin que se sustituya su voluntad.
- Tomar decisiones sobre su cuerpo, fertilidad, planificación familiar y cantidad de hijos.
- Criar directamente a sus hijas e hijos, con apoyos adecuados si lo requiere.
Principios transversales
El protocolo se basa en varios ejes que deben guiar la atención:
- Conciencia y formación profesional: los equipos deben dejar atrás estereotipos sobre la maternidad en personas con discapacidad.
- Respeto por la dignidad y la privacidad: garantizar entornos seguros, libres de injerencias arbitrarias.
- Perspectiva de género e interseccionalidad: reconocer cómo confluyen múltiples factores de discriminación en mujeres con discapacidad, especialmente si son indígenas, migrantes o viven en situación de pobreza.
- Accesibilidad y ajustes razonables: adecuar espacios, tecnología, procesos, tiempos y lenguaje según cada necesidad.
Recomendaciones específicas por etapa
En el sistema de salud
- Acceso a información sobre sexualidad, salud reproductiva, anticoncepción, ITS y prevención de violencia.
- Atención en espacios físicos accesibles, con materiales en lectura fácil, pictogramas o lengua de señas si se requiere.
- Respeto por la autonomía de la mujer: decisiones médicas solo con su consentimiento informado.
- En el embarazo: agrupamiento de controles médicos en un mismo día, acceso a transporte accesible y consultas en planta baja si no hay ascensor.
- Durante el parto: preparación conjunta con la persona de apoyo, posibilidad de habitación individual si se requieren rutinas específicas.
- En el postparto: apoyo a la salud mental, acceso a formación parental adaptada y seguimiento igualitario.
Apoyo en la crianza
- Garantizar que ninguna separación entre madre e hija/o se produzca por motivos de discapacidad.
- Apoyo domiciliario para la crianza, sin sustituir el rol de la madre o el padre.
- Adaptaciones en el hogar y transporte, si es necesario, para facilitar los cuidados y traslados médicos.
Equipos interdisciplinarios y articulación institucional
Se recomienda contar con equipos interdisciplinarios en ministerios u organismos de equidad de género que:
- Gestionen derivaciones rápidas y sin burocracia.
- Identifiquen redes de apoyo comunitario.
- Provean orientación legal, psicosocial, laboral o de adopción según lo solicite cada mujer.
Trato respetuoso según tipo de discapacidad
El protocolo también entrega lineamientos concretos para el trato directo con mujeres con discapacidad:
- Visual: usar indicaciones verbales claras, nunca tocar el bastón sin permiso.
- Física: respetar ritmos de movilidad, no tocar la silla de ruedas sin consentimiento.
- Auditiva: no gritar ni taparse la boca al hablar, preguntar la mejor forma de comunicación.
- Intelectual: usar lenguaje claro, evitar tecnicismos y dar tiempo para comprender.
- Psicosocial: validar sus emociones, no minimizar sus comentarios.
El modelo de protocolo representa un avance clave para garantizar el derecho a una maternidad libre, informada y sin discriminación para mujeres con discapacidad. Su implementación requiere voluntad política, formación profesional continua y escucha activa de las propias mujeres, quienes deben ser reconocidas como sujetas de derechos, no como objetos de tutela.
La maternidad no puede ser un privilegio limitado por barreras sociales o institucionales. Debe ser un derecho accesible, respetado y plenamente ejercido en igualdad de condiciones.
Si deseas conocer el documento completo y explorar en detalle todas las recomendaciones y principios puedes acceder a la versión oficial publicada por Naciones Unidas y SENADIS Chile : Modelo de Protocolo para la Maternidad de Mujeres con Discapacidad

