Ergonomía accesible: adaptar el espacio de trabajo sin grandes inversiones

Ergonomía accesible: adaptar el espacio de trabajo sin grandes inversiones

En los entornos laborales, la ergonomía tiene un impacto directo en el bienestar, la productividad y la permanencia de las personas. Sin embargo, cuando se habla de inclusión laboral de personas con discapacidad, la ergonomía no siempre se aborda desde una perspectiva accesible. Muchas organizaciones creen que adaptar un puesto de trabajo implica costos elevados o tecnología especializada, pero la realidad es que pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia.

Este artículo presenta ideas prácticas para mejorar la accesibilidad del espacio laboral sin requerir grandes presupuestos, y cómo estas mejoras benefician a todas las personas, no solo a quienes viven con una discapacidad.

Es importante señalar que la adaptación de estos espacios requieren la participación de profesionales en el área que permitan una adaptación óptima.

¿Qué es la ergonomía accesible?

La ergonomía es la disciplina que busca adaptar el entorno de trabajo a las características de las personas para prevenir lesiones, aumentar el confort y mejorar el desempeño. Cuando hablamos de ergonomía accesible, nos referimos a diseñar espacios y herramientas que respondan a diversas necesidades físicas, sensoriales o cognitivas, promoviendo un entorno laboral inclusivo y equitativo.

¿Por qué es importante?

Una silla incómoda, una computadora sin accesibilidad digital o un escritorio mal ubicado pueden representar obstáculos significativos. Para una persona con discapacidad, estas dificultades pueden implicar dolor, fatiga o directamente la imposibilidad de desempeñar su trabajo. Mejorar estos aspectos no solo previene riesgos laborales, sino que también favorece la autonomía, motivación y permanencia de personas con discapacidad en el empleo.

Además, estos beneficios se extienden a todas las personas que trabajan en la organización: contar con espacios ergonómicos y accesibles reduce el ausentismo, mejora el clima laboral y fortalece la cultura de cuidado.

Acciones simples con alto impacto

Aquí compartimos algunas ideas accesibles, económicas y efectivas:

  • Reorganizar el mobiliario: Asegurar que haya suficiente espacio para el desplazamiento, especialmente para quienes usan sillas de ruedas, bastones o andadores. Reubicar muebles o quitar obstáculos puede facilitar mucho la movilidad.

  • Ajustar la altura del escritorio: Usar elevadores simples o soportes ajustables permite adaptar los escritorios sin necesidad de reemplazarlos.

  • Sillas con soporte lumbar: No es necesario comprar modelos costosos; en algunos casos, sumar un cojín ergonómico puede aliviar molestias y mejorar la postura.

  • Iluminación adecuada: Aumentar la luz natural, usar lámparas regulables o evitar reflejos mejora la experiencia de personas con baja visión o hipersensibilidad visual.

  • Software de accesibilidad gratuito: Lectores de pantalla, ampliadores de texto, correctores de voz y atajos de teclado están disponibles de forma gratuita en muchos sistemas operativos.

  • Organización de cables y elementos de trabajo: Evitar enredos y mantener los objetos al alcance puede ser clave para personas con movilidad reducida o dificultades visuales.

  • Cartelería legible y señales claras: Letras grandes, alto contraste y pictogramas facilitan la orientación dentro del espacio de trabajo.

Accesibilidad digital: parte fundamental del entorno

No debemos olvidar que muchas tareas se realizan en entornos digitales. Asegurar la accesibilidad de sistemas, plataformas y herramientas digitales es tan importante como adecuar los escritorios físicos. Incluir subtítulos en videos de capacitación, usar fuentes legibles y revisar la compatibilidad con lectores de pantalla son acciones sencillas que hacen una gran diferencia.

Escuchar, adaptar, mejorar

Una de las claves para avanzar en accesibilidad es escuchar a las personas que utilizan los espacios. Preguntar directamente qué barreras enfrentan y qué ajustes serían útiles permite encontrar soluciones realistas y personalizadas. No todos los cambios deben hacerse de inmediato ni ser costosos: lo importante es avanzar de forma progresiva y con voluntad de mejora continua.

Hacia una cultura de la accesibilidad

Promover una ergonomía accesible es una forma concreta de construir entornos laborales más inclusivos. No se trata solo de cumplir con normativas, sino de generar espacios donde todas las personas puedan trabajar con dignidad, seguridad y bienestar.

Incluso sin grandes inversiones, es posible adaptar, rediseñar y facilitar. Lo fundamental es tener la convicción de que el cambio es posible y necesario.

 

¿Qué piensas de estas prácticas de ergonomía accesible? ¿Qué otras acciones simples conoces que pueden generar un gran impacto en el día a día laboral? Te leemos en los comentarios. Tambien te puede interesar: Prevención del burnout en personas con discapacidad en entornos laborales

Trabajo remoto y baja visión: adaptaciones y herramientas para un teletrabajo accesible

Trabajo remoto y baja visión: adaptaciones y herramientas para un teletrabajo accesible

El trabajo remoto ha transformado profundamente la forma en que muchas personas acceden al empleo. Para quienes tienen baja visión, esta modalidad representa tanto oportunidades como desafíos específicos. Aunque permite evitar algunas barreras físicas del transporte o la infraestructura inadecuada, también exige que el espacio de trabajo en casa esté adaptado a sus necesidades visuales.

La buena noticia es que existen múltiples herramientas y estrategias concretas que pueden facilitar el trabajo remoto para personas con baja visión, permitiendo desarrollar sus tareas con autonomía, eficiencia y comodidad.

¿Por qué el trabajo remoto puede ser favorable para personas con baja visión?

El empleo remoto elimina muchas de las barreras físicas que todavía existen en los entornos laborales presenciales. Las dificultades para desplazarse hasta la oficina, los edificios sin accesos adaptados o la iluminación inadecuada en espacios compartidos suelen ser obstáculos frecuentes. Trabajar desde casa permite, en muchos casos, personalizar el entorno de trabajo de acuerdo a las necesidades visuales particulares.

Además, el teletrabajo permite a las personas con baja visión gestionar sus tiempos de forma más flexible, controlar los niveles de iluminación, reducir el estrés del desplazamiento diario y evitar situaciones que puedan generar sobrecarga visual, como pantallas proyectadas en salas de reuniones o documentos impresos de difícil lectura.

Principales desafíos visuales en el trabajo remoto

A pesar de los beneficios, el trabajo remoto también puede presentar obstáculos para quienes tienen baja visión. El uso intensivo de computadoras, la lectura prolongada de documentos digitales, la participación en videollamadas o el manejo de múltiples plataformas digitales pueden generar fatiga visual y aumentar el esfuerzo ocular.

Las dificultades para leer textos pequeños, distinguir contrastes insuficientes o navegar por aplicaciones que no son completamente accesibles son algunas de las barreras más comunes que requieren soluciones específicas.

Adaptaciones concretas en el espacio de trabajo

Una de las primeras medidas es ajustar el entorno físico. Contar con una iluminación adecuada, preferentemente indirecta y uniforme, ayuda a reducir reflejos y deslumbramientos que dificultan la lectura en pantalla. Las lámparas ajustables, las cortinas que regulan la luz natural y los filtros de pantalla antirreflejo son recursos simples pero efectivos.

La disposición del monitor también es clave. Ubicar la pantalla a una distancia y altura cómodas, con el tamaño de fuente y el contraste ajustados, disminuye el esfuerzo visual. Muchas personas con baja visión encuentran útil trabajar con monitores de mayor tamaño, que permiten ampliar el contenido sin perder definición.

En algunos casos, puede ser beneficioso utilizar lectores de pantalla o magnificadores digitales, que amplían el texto o convierten el contenido visual en audio, permitiendo acceder a la información de manera más cómoda.

Herramientas tecnológicas de apoyo

Existen múltiples softwares y dispositivos diseñados específicamente para personas con baja visión que pueden potenciar su desempeño en el trabajo remoto.

Los sistemas operativos modernos (como Windows, MacOS y Android) ofrecen opciones nativas de accesibilidad, como ampliación de pantalla, lectura de texto, ajuste de colores y contraste elevado. Estas herramientas permiten personalizar la visualización de documentos, correos electrónicos y navegadores de internet.

Además, programas de lectura de pantalla como JAWS, NVDA o VoiceOver facilitan la navegación por entornos digitales complejos. Los magnificadores de pantalla, como ZoomText, ofrecen funciones avanzadas de ampliación, personalización de colores y seguimiento de cursor.

Existen también aplicaciones de reconocimiento óptico de caracteres (OCR), que convierten documentos impresos o imágenes en texto digital accesible. Esto es especialmente útil para personas que deben leer contratos, informes o materiales que no están originalmente en formato digital accesible.

En el ámbito de las videollamadas, es importante utilizar plataformas que permitan ajustar el tamaño de los subtítulos, personalizar el tamaño de la interfaz y ofrecer funciones de descripción visual cuando sea posible.

El rol de la empresa en las adaptaciones

Aunque muchas adaptaciones pueden ser gestionadas por la propia persona, las empresas también tienen un rol activo en facilitar el acceso a los recursos necesarios. Proveer el software de accesibilidad, capacitar a los equipos en el uso de estas herramientas y garantizar que las plataformas internas cumplan con los estándares de accesibilidad digital son responsabilidades clave.

Además, es importante que las empresas brinden flexibilidad en la organización de reuniones virtuales, ofreciendo materiales de antemano, evitando compartir documentos exclusivamente en formatos de imagen y utilizando plataformas accesibles.

La importancia de una cultura laboral inclusiva

Más allá de las herramientas tecnológicas, el trabajo remoto inclusivo requiere de un entorno laboral empático, informado y abierto al diálogo. La posibilidad de comunicar las necesidades sin temor, la disposición a realizar ajustes razonables y el compromiso institucional con la accesibilidad son los pilares fundamentales para garantizar la inclusión real de personas con baja visión en el teletrabajo.

El empleo remoto ofrece enormes posibilidades para las personas con baja visión, siempre que esté acompañado de adaptaciones concretas y tecnologías accesibles. Implementar estas herramientas no solo facilita el trabajo diario, sino que también promueve la autonomía, la productividad y el bienestar laboral.

Avanzar hacia entornos de trabajo inclusivos es una responsabilidad compartida que beneficia a toda la organización, enriqueciendo la diversidad y fortaleciendo la cultura de respeto e igualdad de oportunidades.

 

¿Utilizas alguna herramienta o adaptación en tu trabajo remoto que te haya sido útil? ¿Qué desafíos enfrentamos y qué soluciones encontraste? Te invitamos a compartir tu experiencia en los comentarios. También te invitamos a leer nuestro artículo: Top 8 innovaciones en tecnología asistencial de CES 2025 para personas con discapacidad

¿Qué adaptaciones puede solicitar una persona con trastorno de ansiedad en el trabajo?

¿Qué adaptaciones puede solicitar una persona con trastorno de ansiedad en el trabajo?

El trastorno de ansiedad es una condición de salud mental que afecta la vida de millones de personas en todo el mundo. Aunque no siempre es visible, sus efectos pueden ser profundos y, en muchos casos, impactar directamente en el ámbito laboral. Sin embargo, con el acompañamiento adecuado y con adaptaciones específicas en el entorno de trabajo, es posible desempeñarse profesionalmente sin que la ansiedad se convierta en una barrera.

¿Por qué son importantes las adaptaciones laborales en casos de ansiedad?

El trabajo es, muchas veces, un escenario donde las personas con trastorno de ansiedad enfrentan múltiples desafíos. Las exigencias de plazos, las interacciones sociales constantes, la presión por resultados y los entornos de alta demanda pueden intensificar los síntomas y generar un desgaste emocional sostenido.

Por eso, hablar de adaptaciones laborales no es un privilegio, sino una herramienta para garantizar igualdad de oportunidades, proteger la salud mental de quienes lo necesitan y permitir que cada persona pueda aportar lo mejor de sí en su rol profesional.

¿Qué son los ajustes razonables?

Los ajustes razonables son modificaciones o adaptaciones que se realizan en el lugar de trabajo para eliminar barreras que puedan limitar el desempeño de una persona con discapacidad o con condiciones de salud mental como el trastorno de ansiedad. Su objetivo es facilitar el acceso al empleo, el desarrollo profesional y la permanencia laboral en igualdad de condiciones.

Estas adaptaciones son siempre individualizadas, dependen de las funciones del puesto y deben ser acordadas de manera colaborativa entre la persona trabajadora y la empresa.

Adaptaciones posibles para personas con trastorno de ansiedad

Existen muchas maneras prácticas en que una empresa puede adaptar su entorno laboral para acompañar a una persona que convive con ansiedad.

Una de las más comunes es la flexibilidad horaria. Permitir que la persona inicie y finalice su jornada en horarios más adecuados puede reducir situaciones estresantes como el tráfico o el congestionamiento de transporte público, así como ofrecer margen en momentos de mayor crisis emocional.

El trabajo remoto, ya sea parcial o total, puede ser otra opción beneficiosa. Esta modalidad permite reducir la exposición a estímulos estresantes propios del ambiente físico laboral y brinda mayor control sobre el espacio y las condiciones en las que la persona desarrolla sus tareas.

En cuanto a la supervisión, es útil que los responsables directos mantengan una comunicación clara, predecible y estructurada. Establecer reuniones planificadas y objetivos de trabajo bien definidos ayuda a disminuir la incertidumbre, uno de los principales detonantes de ansiedad.

Las pausas programadas durante la jornada son otra herramienta valiosa. Espacios breves de descanso permiten a la persona realizar ejercicios de relajación, respiración o mindfulness, estrategias recomendadas para el control de los síntomas de ansiedad.

El entorno físico también puede ajustarse. Asignar espacios de trabajo tranquilos, con menor exposición al ruido, la actividad constante o las interrupciones frecuentes, puede marcar una diferencia significativa en el bienestar cotidiano.

Además, el uso de herramientas tecnológicas de organización, como agendas digitales, recordatorios automáticos o sistemas de planificación visual, favorece el manejo de tareas y plazos, reduciendo el estrés asociado al olvido o la sobrecarga de actividades.

En algunos casos, puede ser necesario revisar la distribución de tareas o flexibilizar plazos durante momentos de mayor sintomatología, siempre en acuerdo mutuo entre la persona trabajadora y la empresa.

Finalmente, es fundamental sensibilizar al equipo de trabajo y a los líderes mediante capacitaciones en diversidad e inclusión en salud mental. Esto contribuye a prevenir comentarios estigmatizantes, malentendidos o prácticas inadecuadas que puedan agravar la situación.

¿Cómo solicitar estas adaptaciones?

Para solicitar estas adaptaciones, es recomendable iniciar un diálogo abierto y respetuoso con recursos humanos o con el área de inclusión laboral, si la empresa cuenta con ella. Aunque no siempre es obligatorio presentar un certificado médico, en algunos casos contar con un informe profesional puede facilitar la comprensión de las necesidades y respaldar las solicitudes.

Es importante que la comunicación sea clara, centrada en las dificultades concretas y en las posibles soluciones. Las empresas, por su parte, tienen la responsabilidad de mantener la confidencialidad de la información compartida.

¿Qué establece la normativa?

En muchos países, el trastorno de ansiedad está incluido dentro de los marcos legales de discapacidad o de protección de derechos en el trabajo. Normativas como la Americans with Disabilities Act (ADA) en Estados Unidos, las leyes de salud mental y empleo en diversos países de América Latina, o las directivas de igualdad de trato en Europa, obligan a los empleadores a ofrecer ajustes razonables cuando son solicitados y viables.

Tener un trastorno de ansiedad no debería limitar las oportunidades laborales de ninguna persona. Las adaptaciones laborales son herramientas concretas que permiten eliminar barreras y garantizar un ambiente de trabajo más saludable, productivo e inclusivo para todas las personas. Invertir en estos ajustes no solo beneficia a quien los solicita, sino que enriquece la cultura organizacional en su conjunto.

 

Si deseas conocer más sobre cómo construir espacios laborales inclusivos, te invitamos a leer nuestro artículo sobre Decir “sí” a la discapacidad: ajustes razonables para una inclusión real en el trabajo, donde encontrarás ejemplos y recomendaciones para implementar medidas efectivas en el ámbito laboral.

Flexibilidad laboral: Navegando el futuro del trabajo

Flexibilidad laboral: Navegando el futuro del trabajo

La forma en que trabajamos está cambiando rápidamente. La flexibilidad laboral se ha convertido en una clave para hacer que más personas, especialmente las con discapacidad, puedan trabajar y sentirse parte. ¿Cómo puede tu organización aprovechar esta tendencia para crear un entorno más inclusivo y productivo? Este artículo te dará datos claros, ejemplos reales y pasos concretos para lograrlo.

La Realidad de la Discapacidad en América Latina y su Impacto en el Mundo Laboral

Datos demográficos y estadísticas clave

En América Latina, hay aproximadamente 85 millones de personas con discapacidad. La mayoría de ellas, más del 80%, adquiere discapacidad entre los 18 y 64 años, en plena etapa activa. Esto significa que muchas están en edad de trabajar y estudiar, pero enfrentan obstáculos que limitan su participación.

Muchas de estas personas buscan empleo, pero más del 92% enfrentan barreras para conseguirlo. También, casi el 80% tiene dificultades para estudiar o capacitarse. Sin embargo, están llenas de ganas. La mayoría busca oportunidades, quiere aprender y tiene interés en aportar a la sociedad con su trabajo.

Barreras sociales y arquitectónicas

Vivir en una ciudad o trabajar en una oficina que no está diseñada para todas las personas puede ser un gran problema. Es común que las calles, los medios de transporte y los edificios tengan barreras físicas que dificultan el movimiento de personas con discapacidad. Pero también hay prejuicios que afectan cómo son tratadas en el trabajo. Los estereotipos y los sesgos inconscientes siguen siendo un gran obstáculo.

Otra barrera importante son las dificultades en la comunicación. La tecnología puede ayudar mucho en esto, pero muchas organizaciones aún no la usan para facilitar la inclusión digital.

La creciente necesidad de flexibilidad laboral

Este escenario hace que la flexibilidad laboral sea más que un beneficio, sea una necesidad. Las personas con discapacidad a menudo requieren horarios adaptados, tareas variadas o tecnología especializada. Sin estas opciones, su participación todavía es limitada.

Por ejemplo, alguien con discapacidad motriz puede necesitar horarios flexibles para ir a sus terapias. Una persona con discapacidad visceral puede requerir trabajar desde casa ciertos días para hacer su tratamiento. La falta de opciones obstaculiza su ingreso y permanencia en las empresas.

Flexibilidad Laboral como Herramienta Clave para la Inclusión

Concepto y alcance de la flexibilidad laboral

Flexibilidad no solo significa cambiar horarios o hacer trabajo desde casa. Es ofrecer ajustes razonables que ayuden a cada persona a dar lo mejor en su trabajo. No es un beneficio, sino una herramienta para derribar barreras reales.

Por ejemplo, una persona con discapacidad visual puede necesitar programas de accesibilidad digital. Otra con discapacidad motriz puede requerir un horario adaptado para asistir a sus terapias. La flexibilidad también implica un enfoque por resultados, dejando de lado el control riguroso por horas cumplidas.

Ejemplos prácticos y casos reales

Imagina a alguien que necesita ir a rehabilitación el lunes y jueves de 2 a 4 p.m. Gracias a horarios flexibles, puede ajustarse y realizar su trabajo en otros momentos. Otra persona puede preferir teletrabajo para evitar desplazarse en una ciudad que todavía no es completamente accesible. En algunos casos, se puede reducir la jornada o crear un ambiente de trabajo ergonómico.

Un ejemplo famoso fue en un banco donde, al dar la opción de trabajo remoto, los proyectos finalizaron antes de lo esperado. La razón: sin el estrés del viaje y las interrupciones de oficina, las tareas se hicieron más rápido. Esto muestra cómo la flexibilidad puede mejorar la productividad y reducir costos.

La flexibilidad como estrategia para atraer y retener talento diverso

¿Sabías que ofrecer estas opciones ayuda a que las personas quieran quedarse en la empresa? La flexibilidad genera mayor compromiso, confianza y satisfacción. Así, las organizaciones reducen la rotación y mejoran su clima laboral, además de fortalecer su reputación.

Las empresas que adoptan la flexibilidad como parte de su cultura son vistas como responsables y modernas. Esto no solo atrae talento, sino también clientes y socios que valoran la inclusión y diversidad.

Implementación de Políticas de Flexibilidad Inclusiva en las Organizaciones

Primeros pasos para incorporar flexibilidad laboral

Para empezar, hay que evaluar cómo trabajan actualmente. ¿Qué barreras existen en su sede, en la ciudad o en las tareas diarias? Después, diseñen políticas claras que tengan en cuenta las necesidades de todas las personas, especificando qué tipos de flexibilidad se ofrecen y en qué condiciones.

Es importante que estas políticas sean públicas y conocidas por todas las personas empleadas. Así, todas las personas entenderán que la inclusión y la flexibilidad no son opcionales, sino parte de la estrategia de la organización.

Acciones concretas y prácticas

Crear portales de empleo dirigidos a personas con discapacidad, donde puedan postularse y hacer el seguimiento del proceso.
Capacitar a líderes y equipos en inclusión y flexibilidad, para eliminar prejuicios y mejorar la comunicación.
Garantizar que toda la tecnología y los sistemas digitales sean accesibles, con subtítulos, lectores de pantalla y controles sencillos.
Implementar el trabajo por objetivos, en lugar de control de horarios, para dar mayor autonomía.

El papel del liderazgo y la cultura organizacional

Los líderes juegan un papel central en cambiar la cultura de la organización. Ellos deben ser ejemplos de inclusión y confianza. La verdadera transformación viene desde arriba. Cuando una persona gerente apoya la flexibilidad, el resto lo sigue automáticamente.

Casos de éxito muestran que cuando las personas líderes entienden y promueven estos cambios, la inclusión avanza más rápido. Además, las organizaciones que invierten en sensibilización generan ambientes donde todas las personas se sienten valoradas.

Monitorización y mejora continua

No basta implementar; hay que medir. Preguntar a las personas con discapacidad qué necesitan y cómo mejorar. Evaluar resultados y ajustar las políticas con base en las experiencias reales. La flexibilidad es un proceso dinámico que requiere atención constante.

Mitos, Desafíos y Cómo Superarlos

Mitos comunes sobre flexibilidad e inclusión

“La flexibilidad reduce la productividad”. Es un error. Estudios muestran que ayuda a trabajar mejor.
“No es para todas las personas”. La realidad es que todas pueden beneficiarse, solo hay que ajustar la flexibilidad a cada quien.
“Genera desigualdad”. La flexibilidad ayuda a que todas las personas tengan igualdad de oportunidades.

Desafíos en la implementación

Muchos obstáculos surgen por resistencia interna y falta de sensibilización. Algunas empresas temen perder control o enfrentar prejuicios. La clave está en comunicar bien los beneficios y mostrar casos de éxito.

Estrategias para superar obstáculos

Capacitar a líderes y personas empleadas en inclusión y flexibilidad.
Comunicar claramente que la flexibilidad no es un privilegio, sino una necesidad.
Aprovechar ejemplos de empresas que lograron mejorar resultados y clima laboral con estas prácticas.

Beneficios de la Flexibilidad Laboral para las Organizaciones

Impacto en la productividad y el clima laboral

Ofrecer flexibilidad aumenta el compromiso y la felicidad en el trabajo. Las personas empleadas sienten que la organización se preocupa por sus necesidades y eso se traduce en mejores resultados.

Mejora en la reputación y responsabilidad social

Ser inclusivos mejora la imagen de la empresa. Las marcas que promueven diversidad y respeto atraen clientes y aliados que valoran estos valores.

Contribución a la innovación y sostenibilidad

La diversidad impulsa nuevas ideas. Las organizaciones abiertas a diferentes maneras de trabajar están más preparadas para los cambios y desafíos del mercado.

Apostar por la flexibilidad laboral inclusiva no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino a toda la organización. Se trata de crear ambientes donde la igualdad de oportunidades sea una realidad y no solo un ideal. La flexibilidad es la llave que abre muchas puertas hacia un trabajo más justo, productivo y humano.

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