En el presente artículo queremos mencionar y dar a conocer los beneficios de la hipoterapia en los niños y niñas, especialmente las/os que tienen un diagnóstico dentro del Espectro Autista.
¿Qué es la hipoterapia?
La hipoterapia es un tipo de terapia asistida por animales, en donde el contacto con el animal genera la liberación de diferentes hormonas, la mayoría ligadas al placer y bienestar, tales como: endorfinas, serotonina, dopamina, oxitocina y cortisol (hormona del estrés). A su vez, la relación con el animal impacta a nivel de motivación, produciendo un proceso significativo, por tanto se internaliza el aprendizaje para una mejor rehabilitación. Asimismo, esto ayuda a que la/el niña/o entre en un estado de calma, relajación y bienestar generalizado, siendo un estímulo para que las sesiones sean aún más agradables y enriquecedoras para el niño/a, por lo que los objetivos propuestos para la terapia serán más fáciles de alcanzar.
Esta terapia de rehabilitación alternativa, tiene como particularidad la utilización de los caballos para efectuar diferentes programas de ejercicios dirigidos por un/a profesional cualificado/a (Discapnet, S.F). Además, se utiliza en muchos tipos de diagnósticos, tales como personas con síndrome de Down, déficit atencional con hiperactividad, discapacidad intelectual, espasticidad, parálisis cerebrales, trastorno del espectro autista, entre otros.
La realización de este tipo de terapia se divide estratégicamente en tres partes: saludar al caballo, montarlo (que es donde ocurren los ejercicios) y despedirse. A estas tres partes se les entrega el tiempo óptimo según la necesidad de cada niño/a, con la intención de generar un vínculo y disminuir los factores estresores en caso de existir.
En relación a las personas dentro del Espectro Autista, este tipo de terapias en donde se utilizan caballos suelen tener varios beneficios, ya que dentro de los indicios más comunes de este diagnóstico se puede encontrar dificultades en la integración sensorial, pudiendo presentar hipersensibilidad o hiposensibilidad a texturas, las cuales se pueden trabajar con el pelaje del caballo. Así, el uso del tacto al acariciar las diferentes zonas del pelaje integra y organiza las sensaciones táctiles producidas por los distintos grosores, suavidades o temperaturas que presenta el caballo.
Otra arista a trabajar dentro de las sesiones de hipoterapia, es la dificultad que presentan niños y niñas respecto a la flexibilidad de ideas, lo cual se trabaja con cada nuevo ejercicio que se realice, incrementando el cambio y la aprobación de estos según su tolerancia. También, la transmisión de impulsos rítmicos a la cintura pélvica, la columna y los miembros inferiores del jinete, estimulan la motricidad del niño/a, regulan el tono muscular y desarrollan el movimiento coordinado. Y la transmisión de un patrón de locomoción tridimensional equivalente al patrón fisiológico de la marcha humana, en donde se registra la marcha humana en la monta, grabándose en el cerebro y con el tiempo se automatiza, lo cual posibilita su transferencia a la marcha pedestre en los/as niños/as (Oropesa, García, Ventura y Matute, 2009).
Para finalizar se debe comprender que los caballos son animales que actúan en base a sus feromonas, por lo cual, logran percibir las emociones de las personas que los montaran. Por lo mismo, es importante, fomentar el vínculo entre el animal y el niño/a, para que ambos se sientan tranquilos y en confianza.
Referencias Bibliográficas:
- Discapnet. (S/F). El Portal de las Personas con Discapacidad. Hipoterapia. Recuperado de: https://www.discapnet.es/areas-tematicas/salud/educar-en-salud/habitos-saludables/terapias/terapias-alternativas/hipoterapiaOropesa P., García I., Ventura P., & Matute, Y. (2009). Terapia asistida con animales como fuente de recurso en el tratamiento rehabilitador. MEDISAN. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192009000600015
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