Muchas veces, al momento de presentarnos a una entrevista laboral, se nos solicitará que adjuntemos una carta de presentación junto con el CV. Pues bien, ¿cómo debemos encarar la redacción de este documento? A continuación dejamos algunos tips que te serán muy útiles y pueden ayudarte a marcar la diferencia.
En primer lugar, hay que entender la naturaleza y función de esta carta de presentación. El contenido debe estar enfocado en explicar por qué el candidato reúne los requisitos del puesto, destacando y dirigiendo la atención del seleccionador hacia las habilidades, capacidades y conocimientos que el candidato ha demostrado, con ejemplos concretos basados en su experiencia anterior o en su experiencia no laboral. Es una buena oportunidad para darle un toque más “personal” y cercano a los datos concretos que se presentan en el CV.
Estas son las partes indispensables en una buena carta de presentación:
- Saludo: la carta puede estar dirigida a una persona en particular o podemos usar un saludo genérico (por ejemplo, “a quien corresponda”). Lo ideal sería recurrir a la primera opción, pues demuestra esmero y esfuerzo. Debemos hacer todo lo posible para dar con el nombre de la persona que recibirá nuestra carta.
- Introducción: aquí es donde nos jugamos la mayor cantidad de fichas. Debemos presentarnos de una forma atractiva, buscando que el lector sienta la necesidad de seguir avanzando para conocer más.
- Cuerpo: una vez que captamos la atención del lector, debemos “vendernos” bien. Tenemos que hablar atractivamente sobre nuestras habilidades y capacidades por encima de otros datos más duros que tienen su lugar en el propio CV.
- Cierre: al finalizar la carta, es bueno mencionar que estamos a disposición para una reunión o entrevista con el fin de evacuar cualquier tipo de duda. Algún cumplido también puede ser incluido, del tipo “sería un honor trabajar en su empresa” o similar.
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