Recomendaciones para relacionarse con personas con discapacidad motriz

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En el caso de querer ayudar a una persona con discapacidad motriz, en principio hay que pedirle un consejo de cómo hacerlo a la persona que utiliza la silla, ya que es quien mejor conoce a ésta y su cuerpo

  • Evitar movimientos bruscos que puedan hacerlo/a caer
  • No tomar la silla por los apoyabrazos ni de los apoya pies. Tampoco hay que levantarla de las ruedas. La forma correcta de hacerlo es por las empuñaduras de empuje del respaldo
  • Si la persona quiere detenerse, no debe olvidar frenar la unidad
  • Para ayudarla a subir una rampa, hay que efectuarlo con la silla de frente a ésta. Es necesario levantar la unidad ligeramente hacia atrás, porque las ruedas pueden quedar atascadas en las juntas del revestimiento, y la persona que se encuentra en la silla puede ser proyectada hacia adelante. Una vez superados estos obstáculos, empujar suavemente
  • Si la persona con discapacidad es muy pesada, solicitar ayuda a alguien para que tome la silla por adelante
  • Para ayudar a descender una rampa empinada, baje la misma de espaldas. Si, en cambio, la rampa es de pendiente suave, puede bajarla de frente. No obstante, asegúrese de que el ocupante esté sentado cómodamente y que no se deslice hacia adelante. Sólo así evitará que caiga
  • Para ayudarla a subir un cordón o escalón, coloque el pie en la palanca de inclinación y levante las ruedas delanteras. Después de apoyar las ruedas delanteras, levante las traseras y empuje. Si la silla no tiene palanca de inclinación, haga presión hacia abajo en las empuñaduras de empuje del respaldo, de modo tal que se eleven las ruedas delanteras.
  • Para ayudarla a bajar un cordón o escalón, girar y colocar la silla de espaldas, hay sujetarla de las empuñaduras de empuje y bajar hacia atrás con suavidad. Si la persona es muy pesada, se necesitará un segundo ayudante para que sostenga la silla por delante.
  • Para subir una silla de ruedas por la escalera, colocar la silla de espaldas al pie de la escalera, inclinar la silla hacia atrás, sujetar con fuerza, colocar un pie en el escalón y hacer subir la silla tirando de ella. Se recomienda siempre pedir la ayuda de una segunda persona.
  • Para bajar una silla de ruedas por la escalera, no trate de hacerlo solo, a menos que esté absolutamente seguro/a que puede controlar el peso de la persona sentada. Luego, se debe poner la silla frente a la escalera e inclinarla hacia atrás, levantando las ruedas delanteras, las cuales deberán permanecer elevadas hasta el final de la escalera. Adelantar lentamente la silla controlando el movimiento hacia abajo, emplear el propio cuerpo como freno en lo alto del escalón, sin esperar que la silla caiga. Se recomienda pedir asistencia a una segunda persona para que tome la silla por adelante.
  • Si la persona utiliza muletas y bastones, tener en cuenta que éstas cumplen una función de apoyo, sostén o equilibrio, por lo cual es importante no tomar a la persona de los brazos. Si esta persona se cae, puede colaborar con ella acercándole las muletas o bastones.

4 Comentarios

  1. Nicolás

    Tratar a una persona con discapacidad es algo altamente complejo si uno es un familiar directo a esta persona.. Me refiero a que es muy fácil hacerlo solo por unos minutos y luego despedirse para volver a verse nunca más o dentro de mucho tiempo. Personalmente mi hermano nació discapacitado y es algo que acepte me supera inmensamente, no hay actitud que bien le venga son personas muy lamentablemente resentidas con la sociedad y no los culpo, pero el desgaste habitual que le imprime a las personas que viven con el es abrumador.. Su carácter se forjo a base de resentimientos y focalizado en sus limitaciones, continuamente recrimina los tratos de poco interés aunque sea normal por qué personalmente uno tenga muchísimas cosas en que pensar y que hacer para desarrollarse a uno mismo.. En sutuaciones la convivencia con un discapacitado a lo único que conlleva es a desgastarse uno mismo para que ellos no reconozcan nada de lo que hagas hacia ellos, es más fuerte su resentimiento y negación que siempre can a criticar te por pequeño actos que observen ellos, aunque seas muy bondadoso y delicado con ellos.. Es infinitamente lamentable y absolutamente desgastante

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    • admin

      “Dar la otra mejilla” es una frase de Jesús, mencionada en los evangelios de Lucas y de Mateo. Esta constituye la enseñanza de no responder al mal con otro mal, sino con el bien, amando.

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  2. Elisa

    Excelente comentarios

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  3. María Celeste García

    Hola, no nací con una discapacidad, pero si tengo una enfermedad (Miopatia metabólica mitocondrial) que comenzó después de nacer no hija hace 10 años, hace 4 los síntomas se manifestaron con dificultad para hacer tareas diarias, caminar etc, mientras estaba estudiando enfermería, no me di por vencida ni tampoco lo haré, me recibí de Enfermera el año pasado aunque ya llevaba 13 años como auxiliar de enfermería , es muy difícil afrontar la situación, la frustración de que tu vida ya no será igual, como también en mí caso soy consciente que para el resto de la familia también es difícil y lo sufren, de mí parte pongo lo mejor de mí, y me dispongo en las manos de Dios, está Enfermedad me produce diferentes afecciones, como falta de aire, temblores cuando me estreso y dificultad para caminar en esos momentos, o recaídas que me hacen estar en cama, he empezado neurorehabilitación y he dejado el andador, espero seguir mejorando y con los cuidados correspondientes y escuchando a mí cuerpo poder ejercer mí profesión ayudando a los demas. Todos y todas somos diferentes ante la aparición de una enfermedad que cambia la vida del que lo padece y su entorno, y los supuesto depende la personalidad de cada persona de como llevarlo día a día, por eso es importante en algunos casos como el mío tratamiento psiquiátrico, terapia con psicóloga, neurorehabilitación y la contención de mí entorno, pero lo más importante es mí actitud ante lo que vivimos mí familia y yo, tener un equipo profesional que tenga empatía ayuda muchísimo, he tenido médicos que me han tratado muy mal y eso solo empeoró mí estado, ahora estoy con personas que tienen más conocimiento sobre discapacidad y me siento muy cómoda y contenida y eso ayuda en el proceso. Un saludo para todas las personas que son cuidadores y cuidadoras, se que es difícil recomiendo que si les es posible también acudan a terapia porque la carga emocional es mucha y también merecen estar bien y nosotros queremos que nuestra familia la persona que nos cuida este feliz, no queremos que sufran. Un abrazo enorme!!

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